Soy tuyo.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Puto amor.

El amor... ¿Qué jodido puede llegar a ser, no? Hace unos cuantos años jamás lo hubiera llegado a pensar, pero creo que es el único sentimiento que te hace estar en la puta gloria y en cuestión de segundos darte la hostia de tu vida. Amor... qué jodido eres hijo de puta. Hace unos años las noches que aguantabas sin dormir eran casi imposibles y ahora... ¿cuántas noches has llegado a estar sin dormir por esa persona? Hace unos años todo eran sonrisas, carcajadas... ¿cuántas veces esas carcajadas y sonrisas se han convertido en lágrimas y llantos? Que de verdad, no entiendo a la gente que no quiere enamorarse ni nada por el estilo, que sí, es lo más jodido pero a la vez más bonito del mundo, bueno, más bien lo segundo. Por delante de toda
esta mierda estará su sonrisa, tiene los mismos efectos. Su jodida sonrisa... Nadie sabe la de monstruos que estaría dispuesto a matar por verla sonreír. Dejaros de maravillas que la octava y más importante es su puta sonrisa, que mueve mundos. Lo que daría por tenerla cada mañana a un milímetro de mi boca, bueno, ¿quién no? Y es que ella es la única que le da sentido a esta mierda. ¿Sabéis?, me pasaría el día diciendo que la quiero sin cansarme. Jodido amor, qué complicado puedes llegar a ser cabrón. Siempre he sido de los que piensan que sólo hay una persona que te llega a marcar de verdad en la vida, la que te deja un hoyo entero, no huella ni marca. La que.no podrás sacar con mil ni con un millón de clavos. La que vas a recordar siempre, todos los putos días de tu vida. Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores, uno con el que te casas o vives para siempre, puede ser el padre o la madre de tus hijos, esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella... Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguiem con quien naciste conectado. Tan conectados que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejaréis de intentarlo. Os rendiréis y buscaréis a otra persona que acabaréis encontrando. Pero os aseguro que no pasaréis ni una sola noche sin necesitar un beso suyo. O tan siquiera discutir una vez más. Todos sabéis de qué estoy hablando porque mientras estábais leyendo esto  os ha venido a la cabeza su nombre. Os libraréis de él o ella, dejaréis de sufrir, encontraréis la paz... Pero os aseguro que no habrá ni un sólo día que no deseéis que esté allí para perturbaros. Porque a veces se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amaa que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.

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