Soy tuyo.

domingo, 21 de abril de 2013

Por suerte o por desgracia, todos nos rompemos, y a todos nos rompen.

Estoy harto de los ' sonríe ' cuando no hay motivos para hacerlo, cuando no tienes ni un puto motivo por el cual seguir adelante. Ni siquiera un simple punto de apoyo, que yo qué sé, los tropiezos a medias saben mejor que a solas. Y es que a veces un ' estoy contigo, no te preocupes, todo va a salir bien ', ayudaría mucho, que sé que nada va a salir bien pero que si estoy contigo me importa una puta mierda. Lo de ' siempre hay un motivo por el cual sonreír ' es otra mentira como aquellos ' para siempre ' que se prometen hoy en día pero que nadie cumple. Porque hay veces que todo te va fatal, que no consigues levantar cabeza, y que no tienes ganas de nada, sólo de estar solo, y llorarle a la almohada con esa canción que te hace hundirte en la miseria porque tiene más recuerdos que ritmo. Y en ese momento sólo te apetece que esa persona venga, que te abrace y sentirte la persona más protegida del mundo en sus brazos. Y que te prometa que todo va a salir genial... prometer... promesas... jodidas promesas, están para romperlas y de paso romperte a ti también, te rompen en mil pedazos y te rompen hasta la sonrisa. Que a lo mejor eso también pasa con las personas, que te rompen, que te rompen no en mil, sino en diez mil pedazos y buscas a esa persona que esté ahí para recomponerlos, hasta que la encuentras. Porque las personas que están hechas para nosotros llegan justo cuando las necesitamos, aunque al principio no lo veamos. Lo jodido viene cuando esa persona también se va, y te quedas como al principio, pero el doble de roto, y el doble de vacío, como el vaso, la última copa por el primer recuerdo, ya sabes.Y nos asustamos, nos creemos que ni somos capaces, ni lo seremos; nos retiramos en el amor para dedicarnos al arte de echar de menos. Y te hundes en canciones que te tiran más y más hondo, y no sabes si quieres salir. Y aprendes lo que es echar de menos en superlativo. Y es que, por suerte o por desgracia, todos nos rompemos, y a todos nos rompen. Supongo que todas las personas que pasan por tu vida, dejan sus huellas dactilares,y cuando alguien se va de tu vida deja un vacío que aunque creas que si no se va a poder llenar nunca. Que sí, que por circunstancias de la vida y por lo puta que es, os conocéis, os queréis y os olvidáis, aunque lo último no lo tengo tan claro, a una persona que te ha dado tanto para recordar no se olvida, y si no, es que no tiene ni puta idea de lo que significa querer. A lo mejor querer es otra de las muchas formas de autodestruirse, sólo que con la que peor acabas, seguramente sabes de ese dolor, ese dolor que sientes que te va a matar el de la izquierda, pero que cuando se va, te mueres por volver a sentirlo, tú eres como ese dolor. Querer... morir... morir por ti o matar por verte sonreír. ¿Sabes una cosa?, el vacío que tengo en el de la izquierda no lo llenan ni un par de copas de más. El de la izquierda está igual de vacio de mi cama, porque me faltas, nos faltas, que para quererme a mí te tengo que querer a ti primero. Joder, que quiero menos ' tú y yo ' y más conjugar la primera persona del plural con el pronombre ' nosotros '. Quiero que mis putas ojeras tengan un buen motivo, el de quedarme hablando contigo hasta las tantas y no el de llorarle a la almohada por ti. Que espero un ' soy gilipollas y te quiero a pesar de todo. ' Que sabes que cambiaría muchas cosas con tal de hacerte feliz. Y es que el problema es cuando sabes que es ella. Que siempre ha sido ella.

viernes, 5 de abril de 2013

Planes.


Tengo 27 planes y voy a empezar por los trece primeros.

Mi Plan A era acercarme a ti, robarte el mediodía con miradas, dejar que me digas que en esa curva te vas a subir a matarte, porque dices que tu muerte es mi sonrisa sin haber conocido el precipicio de tu clavícula.

Mi Plan B era besarte, beberme el intento de no enamorarme de ti

si vuelves a cortar el aire con tu sonrisa.

Mi Plan C era coserte a mi costado, comerme mis dudas en tus costillas, contarte que la vida es una hostia y que tú me devuelvas a tu realidad con una dosis de sueños.

Mi Plan D consistía en decirte que siento si necesito meter inyecciones de realidad

pero es que te tengo tanto miedo, que pensarte se ha convertido, a veces, en la película de terror en la que me tapo los ojos y dejo que se vea la vida a través de mis dedos.

Que te tengo que mirar entre líneas, porque sin obstáculos no me atrevo.

Mi Plan E es esperarte aunque la mitad de mí se acojone ante tus enteros. Espérame, que los "ven" son de cobardes y yo ya estoy yendo.

Mi Plan F es follarte el corazón de tal manera que crea que las primeras veces no duele,

no sangras. Que creas que después de todo, va a quedar alguien abrazado a tu espalda.

Mi Plan G es ganarte la guerra de todas las veces que no me has dicho que te deje en paz.

Mi Plan H es herirte, abrirte de lado a lado y colarme en tu pecho, que sientas que tus latidos son los besos que se corren por tus venas.

Mi Plan I es imaginarnos las veces que no te tenga,

las noches en las que sólo tengo de ti tus "buenos días, cielo".

Mi plan J es jodernos a partes iguales, creerme las excepciones y dolernos las mitades.

No tengo Plan K, pero el plan L se trata de lamerte las heridas que un día te hizo Madrid,

limpiarte las derrotas porque veo que nuestras victorias se miden en lenguas.

Mi Plan M, eres tú.

Comenzar a Comenzarte. Seguirte, acercarte, besarte, coserte, decirte, esperarte, follarte, ganarte, herirte, imaginarte, joderte, lamerte para después matarte y morirme.

Esto es sólo una parte de todos mis planes. Ahora voy a salir a buscarte y voy a comenzar por el plan B, que el primero siempre falla.

Tú empieza por el E y espérame.