Soy tuyo.

martes, 24 de diciembre de 2013

25D.

Un año, un jodido año y no sé por dónde empezar, si por lo mucho que nos queríamos o por lo mucho que la cagué. Un jodido año del ' que te quiero, te quiero de verdad de la buena.' Podría haber sido un año entero compartiendo momentos, broncas, madrugadas juntos, besos, abrazos, sonrisas, malos momentos y buenos, como todo el mundo tiene, pero bueno, ya sabes que no todo sale como uno quiere y que siempre hay un gilipollas de turno que lo jode todo. Pero quería que supieras que no me olvido de esta fecha, ni de ti, ni de los recuerdos ni de nada de lo que hemos vivido juntos, sí, de nuestras cosas, de nuestras tonterías, de nuestras canciones, de cosas que sólo tú y yo entendemos, nosotros. Joder, qué bien sigue sonando esa palabra. Sé que no es una noche fácil para ti, que no sabes lo que daría por darte un abrazo y decirte 'eh mongola, no te preocupes, que no han podido con nosotros.' Y créeme que para mí esta noche no es fácil, nada fácil, es la típica noche de deprimirte, ponerte todas las canciones tristes del mundo y llorar y llorar, y es que a veces viene tan bien llorar...  Lo siento de verdad, por todo, por todo el daño que te hice pero también de nada por todos los momentos que te he dado y todo el apoyo y sonrisas que te he sacado. Sé que no me olvidas, y yo a ti tampoco, y sé que en este día siempre te vas a acordar de mí, porque es nuestro día y eso no nos lo quita nadie, y que te quede bien claro. Que nuestras canciones tampoco, y que no olvides que soy el que mejor te conoce, ya sabes que eres mi alma gemela, mi mongola, mi luna reprimida, la chica de mi vida, la que me debe un viaje a Australia y una cena con gambas... No quiero que me olvides, ¿vale? pero sí que me recuerdes sin que te duela porque no quiero causar más daño del que te he hecho, y es que te quiero, te sigo queriendo, aunque pienses que soy un hijo de puta, y sé que tú a mí también, y que una parte de ti sigue queriendo que esto sólo sea una pesadilla y volvamos a ser los mismos de antes que nos queríamos como nadie. Quién iba a saber mejor que yo que tu número favorito es el 28, que combinas los números con colores, que te encanta el amarillo y el turquesa, que pones corazones amarillos como identificación tuya, que tu peli de Disney favorita es 'La Sirenita', que tu película de amor favorita es 'El Diario de Noah', que te encantaría llamar a tu hija así, que no e gusta la Coca Cola pero si el Nestea, que no puedes dormir sin antes tomarte un buen Nesquik, que odias a la gente que no lo escribe bien, que odias decir ''te quiero'' pero que si de verdad quieres no te cansas de repetírselo a esa persona, que te encantaría viajar a Australia y a Alemania, que una de tus canciones favoritas es I wouldn't mind de He is we, que darías lo que fuera por poder ves a Chris Brown en directo, que escuchas a Ambkor, Fase y Xenon desde que te lo recomendé yo, y más cosas que sólo tú y yo sabemos. Que si hace falta deprimirte hoy hazlo, te lo permito, que igual que tú hoy no puedes ser fuerte, yo tampoco, si hace falta ponte 'They don't know about us', pero sólo hoy por ser nuestro día, eh. Sólo te pido que espero que me leas, y que igual que lo nuestro fue tu mejor regalo de Navidad del año pasado, te prometo que este año tendrás un regalo, que quiero volver a alegrarte la Navidad y que espero poder conseguirlo, te lo prometo, feliz Navidad mongola, y feliz 25 de Diciembre, un año, un jodido año de ese 'te quiero de verdad de la buena', y lo peor de todo, es que sería un año siendo la puta envidia de todos. Te quiero.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Bocas de metro son las únicas que beso.

Grabé mi voz diciendo: ''ya no puedo más'' en un cassette y lo introduje en un walkman antiguo. Era un día gris, la habitación estaba a oscuras, entraba algo de luz por debajo de la puerta y las rendijas de las persiana. Me tumbé en la cama, me puse los cascos a todo volumen y le dí al play. Esa frase se repetía en mi cabeza. Al principio cerré los ojos y pensé en todos los fallos cometidos, palabras que hicieron daño y no justicia, besos de hijas de puta, palmaditas en la espalda, ''ya te lo dije'', el pasado agonizando y mientras mi voz decía: ''Ya no puedo más, ya no puedo más, ya no puedo más.'' Las lágrimas recorrían mi cara como si fuesen a cambiar algo. Me levanté de la cama y empecé a golpear la pared, era consciente de que así sólo me hacía daño a mí pero no había nadie que me parase, así que ahí seguía, peleándome con la pared. Gritaba. No sé cómo había podido llegar a este punto. Ella me había vuelto loco pero no tanto. Cerraba los ojos y veía esa frase. Veía decepciones. Veía la palabra culpabilidad en todas las paredes. Escrita mil veces. Las ojeras ya iban hasta a reventarme. Ya no puedo más, ya no puedo más, ya no puedo más. Llegué a escucharlo una y otra vez, sin parar. Y todo el pasado seguía reviviéndose en mi cabeza. La palabra culpabilidad se iba evaporando y empezaba a escribirse letra a letra la palabra cobardía. Por no plantar cara a mis contratiempos estaba así. Mi vida era una continua huida, y ahora tenía la cobardía de decir ''ya no puedo más'', ''ya no puedo más'', ''ya no puedo más'', ''ya no puedo más'', ''ya no puedo más'', ''ya no puedo más'', ''ya no puedo más.'' Me arañé la cara. Sangraba. Me miraba al espejo y me daba asco, me odiaba. Como siempre, lo solucioné con un puñetazo en el cristal, qué iluso, como si éso fuese a mejorar algo o a cambiar este desastre.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Me flipa beber solo, soñar que arreglo el mundo.

Deja de decir que vas a estar siempre ahí cuando sólo estás en los buenos momentos y en los malos desapareces. Deja de decir que nunca te vas a ir si a la mínima de cambio te largas. Deja de decir que tengo su hombro para llorar si nisiquiera tengo un puto abrazo. Que a veces la vida es tan hija de puta con nosotros que no necesitamos a nadie que nos diga que todo va a salir bien, a veces sólo necesitas un abrazo aunque sepas que todo se va a ir a la mierda. Y es que quizás, la culpa de que me haya vuelto tan frío como persona la tengáis cada uno de vosotros, porque uno no puede estar viviendo siempre de decepciones, de malos momentos, porque todos necesitamos un puto punto de apoyo aunque al segundo te caigas, lo importante es que tenga los huevos de levantarte 93842 veces más. Y es que estoy cansado de que la gente diga que todos tenemos un motivo para ser feliz, porque es la mayor tontería que he escuchado nunca, estando solo no tienes ni uno. Porque hay personas que se refugian en el alcohol para olvidar, otras en el tabaco para fingir... pero de qué sirve, al día siguiente todo va a seguir igual, día a día la misma mierda. Y es que las personas que llaman a otras frías no tienen ni idea de lo que realmente significa esa palabra, porque la frase exacta es: ''Claro que siento, lo que me habéis quitado son las ganas de demostrarlo.'' Porque todos llevamos vidas de mierda. Vuestro problema es que pensáis que la de los demás es perfecta. Todos nos hemos sentido solos alguna vez, todos hemos creído que el mundo se nos venía encima cuando esa persona ya no estaba, todos hemos sido un poco más hijos de puta porque alguien nos ha hecho daño, pero por dentro seguimos siendo los mismos gilipollas que seguirían dándolo todo por esa persona que nos ha hecho pedazos, ¿o me equivoco? Todos hemos bebido hasta el punto de creer que hemos olvidado a esa persona, y al rato volvíamos a llorar por ella, y es que parecemos tan tontos esperando algo que sabemos que nunca va a llegar... Pero es que realmente la gente con verdaderos motivos para llorar suele estar siempre haciendo reír al resto, y los demás falsos tristes de mierda. Porque no sabéis lo triste que es acostumbrarse a estar solo. Pero supongo que en eso consiste la vida, que unos se van, otros se quedan, y que tú no puedes hacer nada contra éso, tan sólo echar de menos... Y que las personas no se pierden, las personas se van. Lo que se pierden son las ganas de conocer a otras.

jueves, 5 de diciembre de 2013

'Forever is a long time...'

Hoy hace un jodido año ya de nuestra primera noche de empalme, que me la suda quién diga que es una gilipollez y quien diga que no, un año de tu ''llevo 15 horas hablando con él y aún no me he cansado'', yo creo que mi problema siempre ha sido intentar superar una piedra con la que me voy a tropezar siempre por el camino, quizás hay personas que nunca se superan y recuerdos que nunca se olvidan, hace un año de la luna reprimida y la mierdecita feliz, un año del anillo con patas, un año de darnos cuenta que éramos como almas gemelas pero sin el ''como''. Un año del ''deja de hacerme reír que invoco a mi madre''. Joder, qué tiempos, y aún me sigo arrepintiendo de todo el daño que te hice, y es que no sabes lo jodido que está siendo Diciembre sin ti, sin tus buenos días, sin tu apoyo y sin tus ''te quiero'' inesperados, y que a pesar de que digas que soy un gilipollas y que me jodan, pues aquí sigo, y siempre seguiré, supongo que es la promesa que te debo, te dije que siempre iba a estar ahí, y lo estaré, ya sea aquí, en Australia o en la Luna reprimida. Aún tenemos pendiente muchas noches de empalme que me prometiste, espero que no se te olvide, eh, así que espero que algún día cumplas. No sabía yo lo jodido que sería esto, pero es que es inevitable no acordarme de ti cuando suena nuestra canción, cuando estoy estudiando y sale Australia, o simplemente por cualquier mínima tontería, supongo que por muchos años y personas que pasen, no lograré superarte nunca, sólo espero que al menos reserves algún hueco para mí ahí en el de la izquierda, que tú ya sabes que en el mío, hay hueco de sobra. Te quiero, mongola.

martes, 3 de diciembre de 2013

Yo no busco chicas fáciles, sino chicas que fácilmente me hagan ser feliz.



''Dicen que en boca cerrada no entran moscas, que tres son multitud y que donde caben dos caben tres. Que iban dos y se cayó el del medio, que todo lo que entra sale y todo lo compartido es más divertido. Se dice que hay tres tristes tigres comiendo trigo en un trigal, una aguja en un pajar y ciento volando; y como bien dijo Herodes oídos sordos. Dicen que había tres cerditos y tres casas y que soplando, soplando desnudaron a los tres mosqueteros y los convirtieron en geishas. Dicen, también, que dos son equilibrio y que con tres la balanza se balancea, aunque no hay mal que por bien no venga porque más vale prevenir que curar. Sin embargo que más da... Si todo lo que sube baja, todo lo que empieza termina y todo lo olvidado... Algún día se recordará. Y por mucho que diga que quiera tener un nosotros, y que me traumatice por no conseguirlo, en el fondo, sé que soy feliz por el mero hecho de estar luchando a viento y marea para ser feliz con ella, porque yo no busco chicas fáciles, sino chicas que fácilmente me hagan ser feliz.''

Ella se merece...



Y ella se merece más de una sonrisa, un corazón que la quiera, que le deje su hombro para llorar, para estar en los momentos malos...

En los difíciles, para decirle lo guapa, perfecta y alegre que está siempre, aunque sepamos que ese día no iba lo más guapa que es, y lo triste que está...

Un chico que le enseñe a ir despacio, lentamente para que se dé cuenta de la vida, de sus pequeños detalles, de las cosas ocultas e insignificantes...

De que cada ventana que se cierra, hay una puerta que se abre, que no hay mal que por bien no venga...

Que no todos los sueños son imposibles, solo necesitas un poco de fé, y de esfuerzo, y lo sabes. Que un día te puedes levantar decaído, y otro muy alegre, lo mejor de ti mismo, pero; ¿sabes? Suele ser por ti por lo que estoy alegre.

Quizás no sea el adecuado para ti, pero es normal, nunca encajo con nadie. ¿La razón? Suelo ser diferente , único y extremadamente complejo.

Me hacías sonreír lo reconozco, creer en mi mismo, en lo que merezco, y en lo que soy. Hasta en darle sentido a días insignificantes, a levantarme por las mañanas. saborear tu foto imaginando la de cosas que me puedo estar perdiendo al no estar contigo, como si fuera el desayuno.

Que no te puedes creer, que una clase de matemáticas da para pensar en tantas cosas, en tener que escribir un texto, porque la razón es que te quiero tanto, y que no puedo parar de pensar en ti.

Y puedes pensar que no soy perfecto, pero lo realidad es así, yo también lo pienso..

Pero cada vez que pienso en mí, es por ti. Pienso que no soy perfecto, pero mis defectos y cualidades se unen para hacerte feliz a toda costa.

¿Lo consigo? No lo sé, pero cada vez que me decías lo feliz que estabas, había una parte de mí que me hacía ser único e inigualable.

Tendrás miedo de arriesgarte y salir perdiendo, pero ¿quien te dice que si no arriesgas no sabes si funciona?

sábado, 30 de noviembre de 2013

Que se fue pero no le olvidas.

- ¿Le quieres?
+ Como si alguna vez hubiera dejado de hacerlo...
- ¿Y por qué no le dijiste que se quedara?
+ Éso no iba a cambiar nada...
- ¿Cómo que no?, él te quería.
+ ¿Y yo a él no?, ¿crees que no le sigo queriendo?
- Tendrías que habérselo dicho...
+ Lo sé, pero a lo largo de esta vida me han hecho tanto daño, que como todos a los que quiero se han acabado largando sabía que él quisiera o no también iba a hacerlo.
- ¿Y le quieres entonces, le quieres de verdad?
+ Claro que le quiero, y creo que nunca voy a dejar de hacerlo. Tú no sabes lo que era levantarse por las mañanas y tener siempre un ''buenos días'' suyo que me alegraba todos los putos días. Que cada vez que estaba mal me animaba con sus gilipolleces, con cualquier tontería ya me hacía feliz, que podía estar hablando con él las 24 horas que no me cansaba nunca. Y creo, creo que es el tío al que más voy a querer en la puta vida. Ahora no sabes el vacío que siento cuando en mis conversaciones de Whatsapp no sale ningún mensaje suyo, que mis ojeras sean de llorar por él y no hablar con él hasta las tantas, no sabes lo que es empezar a recordar y hundirme yo sola, y es que la gente me dice que le olvide, que ya habrá otros, pero lo que no entienden es que nunca habrá nadie como él, que por muchos tíos que pasen y los años que pasen, te juro que si él me dice que me quiere lo volvería a dejar todo. Que tengo claro que es lo mejor que me ha pasado en la puta vida. Y es que a veces le echo tanto de menos, que creo que no puedo soportarlo, que no puedo ni conmigo misma.
- Nunca te había visto tan rota por nadie...
+ Y nunca lo voy a estar, porque la misma persona que me ha roto es la única que puede volver a recomponerme, y qué putada, ¿no?

domingo, 24 de noviembre de 2013

Es...



Es despertarme cada mañana y ver que no está, o buscar en mi móvil y ver que hace meses que ya no llegan esos mensajes, o que cuando lo miras ya no existe ese brillo en los ojos, o esa sonrisa cómplice. Es ver parejas por la calle y pensar: ' Yo podría estar así ahora mismo. ' es escuchar nuestra canción que hablaba de los dos y que se te hunda el pecho y se te empañen los ojos. Quedarte embobado mirando sus fotos y que de repente te empiecen a bombardear miles de recuerdos en la cabeza, o escribir su nombre sin querer. O dedicarle sin darte cuenta cada tweet, cada canción, cada frase... Y joder que la echo de menos, y lo demás es fingir que te falta algo que en realidad nunca quisiste. Y que la echo de menos.

domingo, 17 de noviembre de 2013

"A pesar de todo fue mi mejor casualidad."

Cuenta la leyenda, que por una vez en la vida, una historia de amor salió bien, pero ya sabéis, por cosas del destino y de lo hijo de puta que esté, se encarga de joderla.
    Esta es la historia de dos personas, que a lo tonto se conocieron y a lo tonto, se enamoraron, ya sabéis, se empieza de broma pero te pillas de verdad.
Hace 20 o 30 años nadie era capaz de imaginarse que podías enamorarte de una persona que estaba a mil kilómetros de ti, y que podía sacarte más sonrisas y darte más apoyo que gente que teníaas cerca todos los días, ¿o me equivoco? Se empezaron a seguir en Twitter, y tonteando tonteando se acabaron tirando noches y nochas hablando por Whatsapp, eran la sonrisa el uno del otro, si ella estaba mal él le hacía sonreír, si él había tenido un día de mierda, ella lo cambiaba. Y es que a veces en la vida, te vienen casualidades que pueden ser las más bonitas de tu vida, o puede venirte la felicidad en cuestión de segundos, pero lo jodido viene cuando se larga. Y es que, no sabéis lo bonito que es que la razón de tus ojeras sea por hablar con la persona que más quieres en el mundo. Pero ella tenía miedo, miedo de que él la hiciera daño, de que él fuera de broma y la rompiera. Una noche, como miles de las que se tiraban hablando, ella le dijo:
 
 - Tengo miedo.
    + ¿Miedo de qué?
    - De que todo esto no salga bien, de que no me quieras como yo te quiero a ti. Hay millones de tías y más cerca de ti que yo, seguro que te acabarás enamorando de otra.
   + No seas idiota, ninguna de ellas es tú, así que no, yo te quiero, te quiero de verdad de la buena.

 Y eso fue el principio de todo,  de la historia más bonita de este jodido mundo, pero a veces las cosas se tuercen, a veces no quieres pero la cagas, la jodes, y os jodéis. Y la pierdes, y te jode. Y es que a lo mejor, el fallo es que no la recuerdas todo lo que la quieres cada día, y ya es demasiado tarde, y os perdéis. Y piensas que todo va a volver, y que no podéis estar el uno sin el otro, y en parte, es así, pero el jodido orgullo no le deja a ninguno dar el paso, y esa felicidad que sentías cuando la tenías a ella se queda sólo en recuerdos. Y ya no van a volver, o quién sabe, eso es cosa del destino, y sino le llevas la contraria.
   Y es que es triste mirar atrás y ver en lo que ha quedado todo lo de antes. En lo que ha quedado vuestra historia, en la que todo el mundo tenía envidia, ¿no crees? Y es que todos tus amigos te dicen que pases página, que no merece la pena,y tú les dices que no, que no puedes, pero a veces no es no poder pasar página, es no querer. Porque le quieres, os queréis, pero el mundo es un poco hijo de puta, ya sabes. Y es que te jode, tantos planes con ella que se quedaron en nada. Que hay heridas que son hasta bonitas y no queremos que cicatricen. Y ella fue tu cicatriz más bonita. Porque hay cosas que nunca se dejan de echar de menos, porque hay cosas que son imposibles de asumir. Como por ejemplo, ver que has perdido aquello que tanto querías. Y te derrumbas, porque no sabéis lo difícil que es decir adiós queriendo quete quedaras. Y es que todo es una mierda porque ya no estás.
    Y qué queda de ellos dos, de esos idiotas que se querían como nadie, una historia que no se cansaran nunca de leer, los recuerdos, su felicidad y saber que a pesar de estar con 39472384237 y todo el tiempo que pase, ellos, jamás se olvidarán.

lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Amor? Hasta la palabra me revienta.

Me pone muy triste cómo hay personas que se arrepienten de haber querido a otra, porque haber querido a alguien es lo mejor que cualquier ser humano podría vivir, aunque a veces no salga como esperabas. He visto cómo muchísima gente se avergüenza de haber querido a alguien con toda su alma sólo porque esa persona le falló. Arrepentirte de haber querido a alguien por quien darías tu vida y la del mundo entero me parece una falta de respeto hacia tu propio corazón.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Un año, mongola.

Hoy hace un año, ya. Cómo pasa el tiempo, eh. Hoy hace un año de aquel día en el que dí FAV a un tweet para entrar en un grupo de WA y te conocí, nos conocimos. Un año de conocer a una persona que pese a todo sabe de sobra que no me arrepiento de haber conocido. Un año de una historia que me moriría otras mil veces por volver a leer. Que la vida pasa, y las personas, pero los recuerdos y sentimientos ahí siguen, muy poco tiempo para tanto. Y sé que en cierta parte estabas queriendo que te escribiera, que nos escribiera, como antes, ¿te acuerdas? Cómo pasa el tiempo... Hoy hace un año de aquel ' al final te enamoras de mí ', quién nos lo iba a decir. Hay veces que me da por pensar aún qué hubiera pasado si no la hubiera cagado, si no hubiera sido un gilipollas, pero mira de nada sirve arrepentirse, que los errores son para aprender de ellos, y a veces hay errores que son los más bonitos de tu vida. Que hay piedras con las que tropiezas, pero que las coges tantísimo cariño que caerías veinticinco veces más si hiciera falta. Pero me basta con ser un desastre que te supo hacer feliz cuando pudo, que te animó a seguir adelante, que te hacía acostarte a las tantas porque te encantaba hablar conmigo, y me quedo con éso. Y espero que tú también. Que te acuerdes de mí cuando veas la mierda del WA o la luna reprimida... O el famoso anillo con patas. Que te acuerdes de mí al escuchar nuestras canciones, o simplemente cuando alguien diga almas gemelas o el/la chica de mi vida, que sí, que eran tonterías pero eran nuestras, joder. Que nadie nunca entendió nuestra forma de querernos pero querían aprender a querer así.Y el tiempo pasa, pero lo que sentimos sigue ahí. Doliendo. Y nunca pensé que llegaríamos a tal punto, de odiarme, pero supongo que en cierto punto lo entiendo, pensé que podríamos apostar por lo nuestro algún día, y es que siempre he querido que te quedaras. Y siempre he tenido miedo a que no lo hicieras. Y es que las 20 mil cosas que te tendría que haber dicho y me quedé con un adiós. Y con esto me despido, no sé si me leerás o no, pero la esperanza no se pierde nunca, ¿no? Espero que te vaya todo genial mi mierdecilla feliz, y que hayas encontrado a alguien que te quiera tanto como yo, o al menos, que lo intente. Que no te olvides de nuestro viaje a Australia y nuestra cena a gambas, y que ya sabes que el fin del mundo no puede acabarse sin habernos antes abrazado. Que no me olvido de nada y lo sabes. Que eres mi mongola y siempre lo serás aunque nos hayamos perdido. Cuídate mucho fea, que no me entere yo que estás mal, cuídate por los dos, anda. Te quiero, ¿vale? Te quiero de verdad de la buena. Y que te odien, que ya estoy yo para quererte, que no tiene ni idea nadie sobre nosotros.


domingo, 13 de octubre de 2013

.

''Por saber sólo escribir soñando. Por saber que no me entiendo y hacer una entrada asimilándolo. Por lo que se llevó el dolor amaneciendo. Por la prisa, por un podio que no existe y el insomnio. Por sus ojos que me pierden siempre que no sueltan prenda. Por amar y odiar hasta el punto de juntar dos extremos. Por esperar un invierno que no vuelve solo. Por el tiempo, por mi turno y por el miedo. Por mi madre, porque siempre le recuerdo que la quiero. Por mi hermana, que me enseña a ser honesto. Por serle fiel a cuatro y estar a hostias con el resto, y echarse a perder... Por los de ayer que nunca olvido, por las promesas, el origen y el destino. Por la música, cuando es necesaria y por los mil vicios. Por mandar a la mierda el pasado como el principio. Por mi infierno y por las huellas de mi camino. Por necesitar dormir cuando ahí fuera todo va en contra. Por los que hablan de mí, me da igual lo que digan, no hace falta que conteste porque no están por encima. Por mi sueño, está en tus ojos cuando me miras. Por saber que vas a estar allí conmigo cuando lo consiga. Por partirme el pecho en todo lo que digo. He vendido mi alma por un sueño, ya veré qué hago conmigo.''

.

Todos los putos recuerdos de golpe.

.

Me da pena ver como somos capaces de echar de menos lo que nosotros mismos hemos jodido. Y me incluyo.

lunes, 27 de mayo de 2013

Sólo quiero decirle al mundo entero que tú eres mi chica.



Qué quedará de nosotros, de ti y de mí, cuando dejemos de intentarnos, cuando el orgullo gane el pulso y cuando le abramos la puerta al insomnio por las noches, de madrugada, y ya nada importe demasiado. Qué quedará cuando, en nuestros cuartos, tumbados en la cama, parezcamos dos cadáveres, tan fríos y con esa triste sonrisa en la mirada que deja la distancia cuando mata. Qué quedará, yo no lo sé, no me preguntes; no me mires, voy a llorar, a correr tan fuerte y a huir tan rápido que quizá me rompa ahora mismo. Demasiadas ganas, cariño, demasiadas ganas me han caducado mientras te esperaba sentadito en todas mis indecisiones. Y no he podido hacer mucho. No pude aprender a olvidar antes de que comenzases a doler. Y nunca supe cerrar los ojos hasta desaparecer. Ha sido un poco como llegar demasiado tarde, pero ya me voy acostumbrando. Y de nuevo la única forma que tengo de gritar es escribiendo, ahogándome en palabras que nunca te dije, que siempre estuvieron ahí, calladas, quemándome la garganta y dejando cicatriz. Algunos "Te quiero" y "Te echo de menos", otros "Ojalá estuvieses aquí" y un tímido "Vuelve pronto". Pero no. Pero no, ni tú ni yo, ni querernos ya, ni tú volver ni yo perseguirte. Ahora ya pasar página, sin querer, sin poder, con ese brillo en los ojos de que voy a llorar en cuanto deje de engañarme, que no soy tan fuerte. Y es que a mí, y eso ya lo sabes, siempre me han dado miedo los finales, quizá porque son inevitables. Pero, es que, ¿sabes?

Que no quiero que vuelvas, lo que yo quiero es que no te vayas nunca. Que no quiero finales felices, ni poemas bonitos, ni domingos de mantita y peli, ni París; yo lo que quiero es que estés. Eso es todo. Que estés y me mires, cuando me derrumbe por dentro, y que me cojas de la mano muy fuerte cuando empiece a romperme, y que me digas que no, que no merece la pena, cuando ponga los ojos en blanco y me entren ganas de llorar. Quiero que me abraces el insomnio por las noches, que me entiendas los silencios y que cantemos alguna canción de Ambkor en la ducha. Que me pases el humo, que me beses sin motivos, que me improvises sonrisas y quiero no tenerle miedo a los lunes a tu lado. A tu lado, todo, sino nada. A tu lado sonriendo o llorando, qué más da, hace tiempo que me maravilla la belleza de lo triste. Hace tiempo que planifico un futuro contigo, como si fuese la salida de emergencia de mi vida. Y es que creo que sigues sin entender que yo me reduzco a un montón de ojalás que se parecen mucho a tu forma de hacerme sonreír. Nadie va a entender mejor que tú esta tonta necesidad de cerrar los ojos y que, al abrirlos, sigas ahí, a mi lado, sin que te asusten ni mis cicatrices ni mis ganas asfixiantes de escapar. Que sigas ahí ayer, hoy y mañana. Y hasta que se nos sequen las ganas y nos preguntemos qué hora es nada más levantarnos, mareados ya de girar con el mundo. No sé, me ahogo un poquito al no poder expresarlo mejor. Al comprobar que las palabras, a veces, no están dispuestas a hablar de esto: de lo de dentro. Así que, cariño, cierra los ojos con fuerza. Lo haces muy bien. Sí, muy bien...

domingo, 26 de mayo de 2013

Otra putada más.

Parezco gilipollas cada vez que alguien me pregunta que qué tal estoy y respondo siempre lo mismo, un simple " bien " con la cabeza cabizbaja y los ojos llorosos. Y es que no aguanto más así, no aguanto más negando a todo el mundo que aún te quiero cuando por dentro me estoy muriendo. Estoy cansado de vaciar el vaso pero que eso siga sin llenarme a mí, porque, ¿sabes? Nada va bien, y te juro que he intentado cambiarlo, pero me resulta tan imposible... Es como si nada funcionase sin ti, ¿curioso verdad? No sabes lo que duele que alguien te pregunte, ¿no lo has superado, verdad? Se te ve en las ojeras y tener que negarlo, porque ya sabes que nunca he sido de mostrar mis sentimientos. Y es que, aunque parezca que todo va bien, que ya nada me afecta, te echo de menos, tanto que me duele. Y dudo que el de la izquierda aguante muchos más golpes. Solían preguntarme que por qué me costaba tanto olvidarme de ti, y la respuesta solía ser siempre la misma: ' Siempre estuvimos hechos el uno para el otro, joder. ' Y es que, sinceramente, no soporto que otro hijo de puta te tenga loca. Que el plan era perdernos juntos, no perderte a ti... Y cuando me dicen: " Tío, olvídala, te está haciendo mal. " Les miro, y les digo: " No quiero olvidarla, sino recuperarla. " Pero qué van a saber esos gilipollas del amor, y qué van a saber de mí. Cuando paseo por la calle y veo a esas parejas felices me pongo a pensar: " Joder, yo podría estar así con ella ahora mismo. " Y es que no tengo cojones a decirte: " Eh tonta, que te echo de menos. Volvamos a ser los dos tontos de antes que se querían como nadie. " Pero para qué, si tú estás con tu vida, sin mí, y yo con la mía, que es una mierda sin ti, por cierto. Sólo me queda el tequila del malo, las lágrimas hasta las tantas, unas ojeras que ya me llegan al suelo y esta puta necesidad de ti que no me la quita ni Dios. Y por si se le olvida a ese hijo de puta, dile que aún le queda para que te quiera tanto como lo hice yo. (Y lo sigo haciendo).



sábado, 18 de mayo de 2013

Antes muerto que tenerte que ver con otro en frente.

Hola preciosa, ¿todo bien?

Creo que llegó el momento de escribirte por última vez, de dejar de romperme el alma escribiendo y dejar de autodestruirme pensando en lo jodidamente perfectos que éramos. Sé que ni me lees, y que tampoco hay posibilidades de que me leas, sé que estás con otro chico y que seguramente serás feliz con él, y por una parte, me alegro, porque ¿sabes? Ya te dije que eras la chica que todo tío querría tener en su vida, la tía por la que cualquiera mataría por tus jodidas pupilas. Pero por la otra parte, no me alegro, y seguramente odie a ese tío, sin conocerle, por hacerte feliz él y no yo, no sé, me va todo tan mal, ¿sabes? Mis amigos me han dicho que no puedo seguir así, que la vida pasa y las personas se van, pero el problema es que yo no quería que te fueras de la mía, quería que te quedaras siempre, y sí, está lo típico de que siempre no existe, pero me hubiera gustado ser la excepción. Éramos la envidia de todos, eh, y aquí estamos, tú por tu lado y yo por el mío, puto destino. Me hubiera gustado no haberla cagado de esa manera, y que tú no me hubieras dicho esas palabras que me hundieron. Me hubiera gustado acabar juntos, acompañarte a casa a las tantas de la mañana, pasar los Domingos juntos, poder hacerte reír cuando estuvieras mal como antes... Sé que nunca te lo dije, y que probablemente no lo leas y nunca lo sepas, pero ¿sabes? Yo antes de conocerte estaba muy mal, ya sabes, el tema de mi padre, de mi ex, ella me jodió mucho y había perdido las ganas de enamorarme. Y es que la vida es una puta mierda, pero lo bonito es encontrar a alguien con quien que enfrentarte a eso. Y aparecistes tú, así de repente, y no pensé que llegarías a ser tan importante en mi vida. No llegué a pensar que cuando te decía ' al final te enamoras de mí ' acabaría siendo al revés, porque ¿sabes? me cambiaste, a mejor, yo antes era un chico solitario, no me gustaba estar con gente por miedo a que me hicieran daño como otras tantas veces, no quería que alguien se volviera imprescindible en mi vida para luego largarse y quedarme jodido... Incluso creo que... qué coño, sé que me llegué a enamorar de ti, nunca te lo dije quizás porque sé que un tío como yo no se merece a una tía como tú, aunque eres mi alma gemela, no me gusta decirlo en pasado porque pienso que sólo hay una en todo el mundo. Hubiéramos llegado a ser increíbles, estoy seguro. No sé qué me hiciste que me cambiaste, tenía ganas de sonreír, joder. Eres diferente a las demás chicas con las que he estado. Y es que por más que intente superarlo, por más que intente fijarme en otras chicas, estás tú en todas ellas, yo no sé si será verdad esto de que el tiempo lo cura todo, pero en mí no está haciendo ningún efecto, me gustaría coger el móvil y enviarte un Whatsapp preguntando qué es de tu vida, que de la mía sin ti no mucho, y preguntarte qué tal el día, como antes. Tener insomnio de hablar contigo hasta las tantas y no de llorar... La verdad que no creo que aguante mucho tiempo así, mis amigos me han dicho que lo mejor es que desconecte de todo, de Whatsapp, Tuenti y demás redes sociales, que será lo mejor, y que me centre en el baloncesto, ¿sabes? Hay varios equipos interesados en mí, y en parte me alegro, es algo que me ayuda a desconectar del mundo, hasta incluso hay días que me voy a las cinco de la mañana a jugar, no sé, me ayuda a no pensar en nada durante unas horas. Igual que escribir, sé que no me leerás, pero es una forma de desahogarme, me gustaría coger la chaqueta y escaparme a verte y gritarte las veces que hicieran falta que te quiero, los putos 365 días del año, con tus errores y tus virtudes. Pero me tendré que conformarme con gritarlo en el parque de siempre, solo y a la nada, con suerte un día de estos me oirás, quién sabe, yo no lo sé, bueno, sí sé que la cagué, pero todo el mundo comete errores, ¿no? Los dos la cagamos, y acabamos demasiado mal. Seguramente hayas pasado página, un chico como yo es fácil de olvidar. Pero quiero que sepas que cuando más sola te encuentres, que pienses, o que lo intentes, pensar un poco en mí, ¿te acuerdas de lo de: ' Que te odien, que ya estoy yo para quererte '. Pues sí, aunque todo el mundo esté en tu contra, yo voy a seguir ahí. Joder, te echo de menos. Que ya sólo sonrio si dijeras que me quieres... También estoy esforzándome bastante en conseguir una media alta, con suerte el año que viene me podré ir al extranjero, y si sale bien, en unos años vivir en Australia, quién sabe, a lo mejor nos encontramos, tú con tu vida y yo con la mía, nos podremos tomar un café juntos y contarnos millones de cosas, ponernos a recordar y espero que en ese momento ya no duela, porque ahora es ponerme a recordar y hundirme. Hasta la más mínima tontería me sigue recordándome a ti, suelo decir que lo he superado, pero es llegar a casa y ponerme a pensar. Y espero que realmente te vaya todo genial, que te lo mereces, que eres mi mierda feliz, mi alma gemela, la chica de mi vida y punto. Quién lo dude que le jodan. Creo que llegó el momento de despedirme, cuídate mucho no, muchísimo. Te quiero, mongola. Borrón y cuenta nueva, prometo ser mejor de lo que era.

                                 
                                  Con muchísimo amor: el mongólico que te perdió y te va a querer siempre.

   PD: Acuérdate de mí cuando cenes gambas con ese cabrón, anda. Para este soldado fuiste su mejor conquista.





miércoles, 15 de mayo de 2013

Para la chica de mi vida.

Bueno... ¿cómo empezar? Probablemente nunca leas esto, de hecho, no hay posibilidad de que te llegue. Probablemente estoy escribiendo esto para mí mismo. Supongo que debería decir todas estas cosas especialmente ahora, pero escribir me ayuda. Por fin creo que lo estoy superando, creo que ahora estoy finalizando el proceso. Por fin me di cuenta de que no vas a volver nunca. Creo que ya superé la fase de ponerme a recordar y empezar a llorar. ¿Sabes qué?, estoy bien. Incluso estoy viendo a una chica, todos siguen diciéndome que es un paso positivo, para superarte y eso. Y no me malinterpretes, es una buena chica pero es distinta. La gente me dice siempre '' vas a encontrar a alguien más, hay muchos peces en el mar. '' Pero me siento como un pez en una pecera. ¿Alguna vez te hablaron de la teoría '' multi-verse ''? Se dice que hay una cantidad infinita de universos paralelos al nuestro que contienen todas las posibilidades de cada circunstancia. Me deja pensando, ¿sabes? Quiere decir que en algún lugar hay un mundo donde aquel día no se jodió todo. No la cagué con esas cosas y tú no me dijistes esas cosas que me hundieron. Y no acabamos sin hablarnos. U otro mundo donde todo salió bien, y todavía estamos juntos. Y somos felices y hacemos cosas juntos. Hoy en día, estás bastante lejos, con tu nueva vida y tu nuevo chico. Me pregunto si te acordarás de mí, me gustaría que me hablaras. Que me dieras alguna señal de que sí que te acuerdas. Porque, ¿sabes qué? No lo estoy pasando nada bien, la verdad que la vida es una mierda, y mira escribí todo esto sin mencionar la palabra esencial, pero mirando de forma realista y objetiva, diría que todavía te quiero, y creo que nunca voy a dejar de quererte. Espero que tu nuevo chico te trate bien, como te mereces, porque te echo de menos, más que nunca. No paro de escuchar Let her go, la canción que apenas unas horas te dediqué y no paro de llorar, puta frase: Sólo sabes que la quieres cuando la has perdido, y la dejaste ir. Creo que dejaré de escribirte, no es bonito eso de romperte, que no te lean y no dejar de llorar, cuídate, muchísimo, como si lo hiciera yo.



                                   Con amor, el chico de tu vida.



Me dueles mucho.

Esto del amor me viene grande. Después de tanto tiempo, cuando creía haberlo conocido, resulta que se comporta como un completo desconocido. No quisiera dramatizar. Pienso que el amor es siempre igual, aunque nunca de la misma forma. ¿Será por eso que podemos enamorarnos muchas veces?


Te quiero mucho, hace tiempo que quería decírtelo. Me siento un poco cobarde al escribirte mis sentimientos. Pensarás que la mejor forma de comunicar algo tan profundo es hablando, compartiendo con palabras lo que sentimos... bueno, lo que siento. Comprobarás que aún siguen vivas algunas de mis esperanzas.


Si he decidido escribirnos en estas letras es, en parte, porque me expreso mejor cuando escribo. Además, no quisiera caer en la mentira de las palabras. Las palabras me hacen decir cosas que no siento. La voz es mi mejor maquillaje. Cuando escribo no sé mentir tan bien, es uno de mis defectos. Las letras me desnudan.


¿Por qué siempre me enamoro de la persona equivocada? es una buena pregunta. Y, dados a hacernos preguntas: ¿Qué es el amor? A mi nunca me han querido. No, al menos, como quisiera que me hubiesen querido. Es un poco triste pero es la única verdad que me queda. ¿Qué es el amor? me gustaría saberlo. Últimamente me siento derrotado. Tengo miedo. ¿Y si me quedo solo? Puede que la soledad sea la única salida que me quede.


Y, volviendo a lo que siento por ti, sólo quisiera decir que no sé qué me ha pasado. Parece que no me canso de que me rompan el corazón. Soy más fuerte de lo que pensaba, o quizá más orgulloso de lo que creía. Quizá soy masoquista. ¿Quién sabe? ¡a lo mejor soy un completo estúpido! Ojalá. Ojalá fuese un completo estúpido y estuviese viendo el vaso medio vacío. Ojalá estuviese mirando la vida desde la perspectiva pesimista. Pero ¿qué pasa si no hay más perspectivas?, ¿qué pasa si vivo en un presente infinito? Ojalá las cosas cambien pronto, pero siempre he creído que "Ojalá" es un perchero muy débil donde colgar toda una vida.


No sé qué escribirte más. No sé cómo promocionar este fracaso. Se me acaban las esperanzas que un día me decían que todo era posible. Maldita esperanza y su manía de abandonarme cuando ya se han ido todos. También se me acaban las insistencias por alcanzarte, estés donde estés. Estés donde estés, ya no importa, ya no vamos a cruzarnos. Tengo la sensación de que me vacío de algo que nunca he tenido, quizá de una vieja promesa que me hice a mi mismo. Yo quise amar y no he querido.


¿Sabes qué creo? que leer todo esto te va a hacer feliz. ¿Te sorprende mi excesiva atención hacia tu persona?, ¿te regodeas, como si de una victoria se tratase, al comprobar lo que siento por ti?, lo hondo que has conseguido calar en mí sin ni siquiera habértelo propuesto. Si de alguna forma, leyendo esto, has sentido compasión por mí, te pido por favor que no la tengas. No me regales tu compasión, porque la compasión es el peor entendimiento que puedes ofrecerle a mis sentimientos. Estoy seguro de que las personas disfrutan siendo cicatriz en la piel de otros, tú no eres diferente.


Me dueles mucho, hace tiempo que quería decírtelo. Pero en el dolor que me has causado no está tu victoria, sino en el recuerdo que has marcado en mi memoria. Que me duelas no me sorprende, a mi el amor siempre me ha dolido.






A tu indiferencia.

Buenos tiempos.



Eran buenos tiempos aquellos en los que ni tú ni yo éramos nosotros, pero en los que aspirábamos a serlo todo. ¿Recuerdas? Podíamos serlo todo. Todo. Y, míranos ahora, nos hemos convertido en nada. Nada. Qué palabra tan profunda. Tan nuestra.



Ha llovido algún tiempo desde entonces. Han pasado muchos insomnios. Muchos sueños. Pero, desgraciadamente, hay heridas que cicatrizan y se quedan marcando la piel eternamente. Bueno, quizá no eternamente, pero sí hasta que hemos sufrido lo suficiente y ya no nos quedan fuerzas para seguir. Es entonces cuando olvidamos, definitivamente. Cuando pasamos página y quemamos el libro.

Pero yo aún releo las mismas líneas. No he sufrido lo suficiente. Aún no te odio lo necesario. Bueno, la verdad es que, más que odiarte, el problema es que no me odio lo necesario. No me odio por estar aquí, tan perdido. Por haber andando por los caminos equivocados; aquellos que me alejaban de mí y me acercaban a ti. Caminos que, al final, no me llevaron a ninguna parte. No me odio porque aún recuerdo cuando solíamos sonreír juntos. Eran buenos tiempos aquellos.

Y, no tengo mucho más que decir. Sigo esperando que pase algo en esta soledad. Esperar a sufrir lo suficiente o a que te decidas a regresar. Yo no me muevo, sigo tan quieto como siempre. Parece que va a llover, pero no importa, ya estoy acostumbrado a mojarme por dentro con todas aquellas lágrimas que no puedo exteriorizar. Me he convertido en un flan demasiado fuerte.

A menudo tengo que cerrar los ojos porque todo me supera. El mundo va tan rápido y me siento tan incomprendido…

sábado, 11 de mayo de 2013

Recordando(te)

Solía decirte lo mucho que te quería cuando iba borracho, sino no me atrevía. Solía pensar que la vacuna contra el orgullo era el alcohol. Solía. Nuestra historia está llena de muchas cosas que ya no hago; que ya no hacemos. No hacemos porque ya no somos. La verdad es que hacemos un bonito pasado. Somos una digna cicatriz para enmarcar en la sala de estar del paso del tiempo.


Admitiré que las cosas no salieron bien entre nosotros. Aunque, puedo jurarte, lo intenté con todas mis fuerzas. Bueno, sino con todas mis fuerzas, con todas mis ganas. Y, la verdad, no sé dónde se jodió la cosa. Dónde no fue suficiente todo lo que intentamos para sobrevivir al olvido. Supongo que no estábamos hechos el uno para el otro. Supongo que sólo servíamos para ser un desviación en la autopista de la vida. Ay, cariño, si supieras lo mucho que deseaba que fueras esa persona a la que llevaba buscando tanto tiempo. Esa persona a la que he seguido buscando después de que te fueras, de que me fuera, de que nos fuéramos todos. Y es que últimamente no me ha ido muy bien en el amor. La verdad, no me ha ido muy bien en casi nada. Ya sabes que tengo cierta tendencia a las desgracias. Y, nada, solamente pasaba por aquí y me apetecía recordar viejas malas costumbres. Malas manías. Viejos insomnios estrechamente relacionados con largas conversaciones por WhatsApp. Fíjate, hemos sobrevivido a muchas cosas. ¿Tú todo bien?
Hola, preciosa, ¿todo bien?


Yo como siempre, ya sabes, mal. Intentando sonreír sin poder pasar del aprobado. Siento no haberte escrito en todo este tiempo, pero es que estaba enfadado contigo. Enfadado porque lo nuestro no hubiese salido como yo quería, porque ya sabes que nunca quise que dejáramos de hablar, aunque supongo que era lo más conveniente, estábamos empezando a hacernos demasiado daño. Pero ya estoy mejor, en ese sentido, en el nuestro, y supongo que he de madurar y aceptar que no siempre, en la vida, vamos a tener lo que queremos. Y hoy te digo adiós, sin reproches, y espero que seas feliz, y que de lo nuestro sólo recuerdes las cosas buenas, que también las hubo. O, al menos, eso me gusta pensar.


Como sé que no vas a volver después de esto, creo que te informaré por aquí de que pronto voy a tomarme unas vacaciones. Ya sabes, adiós a Twitter, Tuenti, WhatsApp y todas las demás redes sociales que me ataban al mundo. Tengo ganas de irme muy lejos, pero por ahora me conformaré con que se vayan todos, un tiempo, no es un adiós para siempre.


Y necesito irme porque hace años que no me siento bien, que me falta algo que no sé qué es, ni dónde encontrarlo. Es desesperante. Y creo que si no lo he encontrado aquí, es porque estoy buscando en el lugar equivocado, así que, sencillamente, me voy.


Echaré de menos todo esto, sin duda, ya me había acostumbrado a conocer cada esquina de mi soledad, de mi angustia, de la necesidad que tenía de que me hablases, y hacerme saber que tú sentías algo por mí, aún sin saber muy bien qué era. Echaré de menos todas esas sensaciones, tan conocidas y odiadas, por otra parte.


Va a ser un poco difícil sobrevivir los primeros días, ya he pasado por esto. Querré volver a la comodidad de lo conocido, porque lo desconocido puede hacer bastante daño. Querré volver a la seguridad de aquellos caminos por los que ya he andando, pero, joder, la vida me ha enseñado en incontables ocasiones que a veces hay que tener el valor de pasar página, y esta es una de esas ocasiones.


Aún no sé exactamente cuándo saldrá el tren, tengo un horario bastante flexible en ese sentido. Supongo que me iré cuando considere que estoy preparado para reformar mi vida. Antes tengo que recoger todos los trastos que no quiero que se ensucien. Hacer copia de seguridad de todos aquellos recuerdos que no quiero que se olviden.


El tiempo está pasando tan rápido, cariño... A veces no puedo controlarlo y me dejo llevar, y es como si estuviese en el ojo de algún huracán que se divierte arrastrando los esquemas de mi vida a su antojo. Y un día, cuando las cosas se han calmado, te sientes como un completo desconocido. Es una sensación bastante extraña que no quiero volver a sentir.


Y, bueno, nada más, empieza a hacer frío y ya sé que no va a venir nadie a quitármelo, así que voy a acurrucarme junto a alguna estufa, puede que termine enamorándome de ella, por eso de que el roce hace el cariño. JAJAJAJAJAJA. No, ahora en serio, te echaré de menos.




Cuídate mucho, mucho, mucho.

Olvidemos todo el daño que nos hemos hecho por no estar juntos, total, te quiero como si no hubieses dolido nunca.



Hola, preciosa, ¿todo bien?


Hoy como siempre me he acordado de ti. Creo que aún sigo esperando que aparezcas de repente y me des un abrazo, y me hagas entrar en calor, y que luego me digas al oído, muy bajito, cosas que sólo a ti y a mí nos importan. Pero algo me dice que no vas a aparecer, y que, otra vez, voy a quedarme con las ganas de que seamos algo juntos, como no hace mucho tiempos éramos. ¿Recuerdas? No, mejor no recuerdes, yo lo hago y duele bastante.


La verdad, si me preguntas, no sé muy bien qué hago aquí, dedicándote estas palabras que no vas a venir a leer. Y, de leerlas, que no vas a responder. Me gusta suponer que estoy a punto de olvidarte, y que pronto nos vamos a ir todos y que mañana nada de esto tendrá sentido. Pero sigue siendo una suposición, y ya sabes que las mías raramente se cumplen.


Por cierto, ya me he enterado de que estás siendo feliz con otro y, por una parte, me alegro; pero luego hay una parte que no se alegra demasiado. Hablo de esa parte a la que le hubiese gustado que ese con quien estás siendo feliz hubiese sido yo. Ya sabes que siempre quise que encontrases en mí todo lo que buscabas, pero no pudo ser, ¿qué vamos a hacerle? Supongo que estas cosas pasan.


Y, sí, vuelvo a llorar cuando nadie mira. Vuelvo a desconocerme en el reflejo de los espejos. Vuelvo a la mala costumbre de echarte de menos por las noches. Y también vuelvo a drogarme con el pasado: esa sustancia tóxica que siempre termina jodiéndolo todo. Al parecer, el día que enseñaron a pasar página no fui a clase. Y, hablando de pasar página, creo que ya lo único que ayudaría sería quemar el libro. ¿Tienes mechero?, espero que sí.

Si me rompo, no miréis. No es bonito.

Así se nos van las oportunidades, casi sin darnos cuenta, deslizándose entre los dedos, y es como intentar agarrar un puñado de humo. A veces es imposible esquivar los abismos de la vida, y por más que lo intentas no haces sino retrasar lo inevitable, pero al final las fuerzas ceden y, con ellas, cede todo. Y caes, rendido, saboteado por las putas circunstancias, que cada día se acuestan con alguien distinto.


Ahora estás tirado en el suelo, te sangra la nariz y te falta la respiración, y ves como tu vida pasa ante tus ojos, riéndose de ti. Es una sensación de abandono, y tienes ganas de no volver a tener ganas nunca, pero, en el fondo, sabes que, desgraciadamente, vas a volver a cometer los mismos errores que siempre cometes. Vas a volver a levantarte y, tarde o temprano, vas a volver a lanzarte al primer precipicio que encuentres. Es algo natural, a tu subconsciente le pone cachondo cometer errores.


Y, por un lado, me gustaría mandar a tomar por culo a todas esas pequeñas idiosincrasias que hacen que sea tan humano. También me gustaría decirte que te quiero y proponerte que escapásemos, los dos, solos, hacia algún sin destino de la vida. Hacia algún sin retorno del mundo. Ya sabes, atrevernos a vivir un poco. A tentar a la suerte, que últimamente nunca está de nuestro lado.


Pero nada de eso va a pasar, y no va a pasar porque somos demasiado humanos, demasiado temerosos de
que las cosas duelan y, por no intentarlo, mejor nos quedamos en el mismo camino de siempre, en el que ya
nos hemos acostumbrado a sobrevivir como animales. El mismo camino de siempre en el que ya nos hemos acostumbrado a soñar con imposibles, con cosas que le den un poco de sentido a esta vida de mierda, tan vacía. Esta vida que viene de fábrica con tantas imperfecciones. Voy a beber, ¿te vienes?

miércoles, 8 de mayo de 2013

Te quiero, joder.



- ¿Qué soy para ti? + Eres como poesía, música, ginebra de la cara, un atardecer 24 horas al día, Joaquín Sabina, ver llover desde casa, mantita y peli los domingos, mi canción favorita en la radio, la paella de mi madre, el verano, un solo de Mark Knopfler, los días de fiesta sin resaca, un cumpleaños que cae en viernes, las hamburguesas de 1€ de McDonald's, la lencería de Intimissimi, las medias sonrisas, las miradas perdidas en el vacío, las noches estrelladas, el cine de verano, los festivales de música junto a la playa, las historia de las abuelas, las segundas oportunidades, las Converse, Spotify Premium, los recuerdos de la infancia, guerra de globos, el sol después de una tormenta, las ganas, el amor correspondido, Ambkor, las curvas de Marilyn Monroe, París, la comida india, la comida china, comerte a besos, los silencios cómodos, Pulp Fiction, el olor de un libro nuevo, los besos bajo la lluvia, los besos sin lluvia, los besos a todas horas, los abrazos que curan, las personas que te entienden, las canciones que te encuentran, las noches de insomnio, las preguntas existenciales, el café por la mañana, tostadas con mermelada, los postres caseros, los derechos humanos, las películas que te emocionan, las sorpresas, los regalos de Navidad, Haagen-Dazs Strawberry Cheesecake, las barbacoas con los amigos, la cerveza muy fría, las fiestas del pueblo, el ajoaceite, los espaguetis a la carbonara, los coches antiguos, la cultura pop, lo vintage, el día que nos conocimos, los proyectos de futuro, las esperanzas que se cumplen, viajar, una pareja de ancianos cogidos de la mano, cantar en la bañera, llorar de la risa, el humor absurdo, los diálogos de Woody Allen, las cosquillas, los curasanes rellenos de chocolate, el mar, la sensación de estar enamorado de la persona adecuada, el sexo, los anuncios de perfumes, la música clásica. Eres un no sé cómo decirlo, un me dejas sin palabras, un lo quiero todo contigo, un sin ti no quiero nada.

Tengo un orgullo que alimentar,

Que no sé qué, pero que te quiero, sin saber muy bien por qué, ni cómo. Que voy a perderme en tu mirada, si me dejas, y que tengo ganas de invitarte a que escapemos juntos, algún día, cuando nadie mire ni a nadie le importe. Que me muero por saber cómo hueles, y a qué saben tus besos, y que si escalar tu cuerpo da tanto vértigo como parece. Que sonrías, anda, que es como que difuminas el mundo cuando lo haces y nada importa tanto, y los problemas se terminan durante un rato. Que me hagas volar, de nuevo, sin moverme del sitio. Corre, hazme soñar despierto, sólo tú sabes cómo hacerlo. Que quiero escribir la biografía más maravillosa del mundo a tu lado, y que me quites el miedo que tengo de que pase el tiempo sin que pase nada, que contigo ya es suficiente para todo, que satisfaces todos los deseos del mundo sólo estando. Pero no te digo nada de eso, ¡por favor!, tengo un orgullo que alimentar.

Billete.

Y veo la gente pasar, y parece que no vayan a ningún sitio, que estén tan perdidos como yo. A lo mejor ellos también se están buscando, sin saberlo, y ansían perder el tiempo junto a alguien, y luego jugar a encontrarlo, de la mano, que es la forma más bonita de andar por el mundo.


Y, si reflexiono un poco, quizá esa es la carencia crónica de mi vida, que siempre he estado bastante solo, y que nunca he andando por la calle con alguien, y que ese alguien le quitase sentido a todo lo demás. Supongo que debe de ser bonito, yo sólo puedo imaginarlo. Cerrar los ojos y sonreír para adentro, como soñar despierto, y hacer como que siento eso por alguien que no existe, pero que me lleva a crear aquella vieja esperanza de que las cosas, tarde o temprano, siempre llegan. Esa vieja esperanza de que en los andenes de la vida siempre termina pasando el tren correcto.


Así es normal que, cuando conozco a alguien que me incita a la locura, y al vértigo; supongo que es normal que lo de todo, como un desesperado por sentir eso que la gente suele llamar amor. Amor... si me sincero, creo que yo sólo he estado desenamorado. Y unas cuantas veces.


Pero siempre me viene ese miedo, de madruga, de no ser suficiente para nadie. Es como una desesperanza que te nace de dentro y te lleva a trasnochar mientras te comes las uñas; y la cabeza. Es como esa mirada a la distancia, hasta donde ya no ves nada, y quieres perderte allí un rato, porque todo lo que hay aquí... aquí no hay nada. Es como ese incesante "tic, tac, tic, tac" que te recuerda que el punto final se acerca sin que hayas escrito nada. Nada. Papel en blanco, tan triste, que te recuerda que no eres más de lo que eras hace años, cuando tampoco eras demasiado.

"Deme un billete, por favor, sólo ida", dije, tan decidido a no mirar hacia atrás. "¿Para qué destino, por favor?", preguntó el vendedor, expectante. Y supongo que sonreí sin querer, como aquel que lleva perdido mucho tiempo y, por fin, sabe hacia donde va a dirigirse. "Un billete, sólo ida, para adentro, que es donde se está mejor.".

viernes, 3 de mayo de 2013

La chica de las pupilas por las que mataría.

Quizá pienses que te fallé, y tengas la necesidad de irte, de caminar cabizbaja, sin mirar atrás, y contener las lágrimas en tus ojos. Y quizá volvamos algún día a darnos una segunda oportunidad, cuando el tiempo nos haya borrado un poco los errores, y queramos rescatar todo lo bueno que algún día compartimos. Ni idea. No sé si veremos más amaneceres juntos. Ojalá. Ojalá en la vida las cosas saliesen como queremos, y no como deciden las circunstancias. 
Y, hasta entonces, que te vaya bien. Que seas feliz, estés donde estés, dentro de algún tiempo, cuando siga recordándote al mirar los trozos de ti que has dejado en todo lo mío, el color de tus ojos o de tu pelo, que impregnarán mis recuerdos. Sonreiré al mirar por la ventana, con esa nostalgia prendida en la mirada, y quizá me quede algunos minutos imaginando que vuelves una noche estrellada de verano, y que me abrazas como nunca antes se ha abrazado nadie.
Y, hasta entonces, déjate arrastrar. No mires atrás, que no se te ha caído nada que no puedas recuperar con cualquier otro, sólo unos sentimientos carcomidos por el orgullo y la pasión acelerada; sentimientos que ya recogeré yo cuando tenga fuerzas de levantarme de estas ganas de nada que han quedado. 
Escribo estas palabras mientras suena "They don´t know about us'' de One Direction, esos genios que vienen a visitarme algunas noches solitarias, cuando fantaseo con correr más rápido que los problemas, retroceder en el tiempo y abrazarte por la espalda, mientras te digo al oído que te quedes un rato más, sólo toda una vida, un para siempre, de esos que terminan cumpliéndose.
Y, hasta entonces, recuérdame de vez en cuando. 

Auxilio.

Seguiamos encasillados en ese no saber muy bien cómo lanzarnos; en ese "Joder, cómo le digo lo que siento, sin que quiera jugar conmigo". Así, como siempre nos había pasado. Mezclando noches, alcohol, insomnio y preguntas existenciales. Convirtiendo todos los besos que nunca nos dimos en bonitos poemas que terminé perdiendo por ahí, no sé, hace tiempo que no ordeno ni mi vida ni mi habitación. Y no les creas si te dicen que te olvidé, no les creas; ojalá, pero no soy tan fuerte, ni tan listo. Sigo siendo esta bonita y frágil necesidad de que me abraces. O de que me abrace alguien. O de que nos muramos todos.
Y, no hay mucho más, de nosotros, que todo esa nada. No hay mucho más que todo este esperar que no seamos demasiado tarde pero, tengo la sensación, de que la alarma no nos despertó a tiempo; de que nos quisimos ya siendo cenizas, consumidos, medio derrumbados, medio nuestros corazones partidos demasiadas veces. Acuérdate de mí cuando cierres los ojos, sólo te pido eso. Bueno, eso y que no beses demasiado fuerte los labios del hijo de puta que terminará robándonos nada todo esto.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Atenta.


Que ha pasado un tiempo desde que empecé a decir que ya te había olvidado; un tiempo desde que aprendí a mentirle al mundo, a mentirme un poco a mí. A sonreír, de una forma creíble. Pero, oye, no puedo correr más rápido que todo lo que te quise y, en cuando me detengo a coger aire, me alcanzan las ganas de rescatarte de ese, poco profundo, lago al que llamamos olvido.

No hay otra realidad que esa en la que, al final, sigo alimentándome de ojalás. Que sigo sobreviviendo a base de cerrar los ojos y pensar "Quiéreme, joder". Y, ya, ya sé que este camino no lleva a ningún sitio, ya sé que no hay salida, lo sé, lo supe nada más entrar, pero, cómo te explico, que las vistas son demasiado bonitas.

Es difícil, eso de hacer lo correcto, cuando la belleza de tu sonrisa sigue eclipsando cualquier atisbo de rebelión. No es sano, no. Pero y qué, si esta necesidad de ti es lo único que me queda en un mundo cada vez más vacío de cosas que me importen.

Al final me iré, te irás, nos iremos todos. Al final no quedará ni final, ni recuerdos del principio, ni del prólogo, ni del autor. No sé si me entiendes. Esta noche te besaré la distancia cuando nadie mire. Atenta.

Hablemos de cosas que pueden pasarnos

Y que cada vez que suena el teléfono una parte de mí espera que seas tú, y que cuando llaman a la puerta, sólo espero que estés al otro lado, y que quieras entrar a mi vida, y quedarte, y ser felices juntos. Soy un romántico, vale, es una putada, pero no puedo hacer nada, se me va de las manos intentar controlar lo que siento, y yo no tengo ganas de luchar contra lo que soy.


Pero, bueno, la verdad es que ni siquiera compartimos llamadas perdidas, y ni siquiera sabes donde vivo, así que todo se reduce a un montón de esperanzas que miro de reojo, sin saber muy bien dónde meterlas; sin saber muy bien si terminarán jodiéndome la vida. Estoy en una fase de transición, de indecisión, de no saber si romper el hielo y decirte "Oye, qué es de tu vida, de la mía, sin ti, no demasiado". No, no, no creo que rompa el hielo, soy de esos que esperan a que el hielo les rompa a ellos, por dentro, que es la forma más horrible de romperse.


Voy a resignarme a andar de puntillas, para no hacer ruido, y a espiarte desde esta puta distancia que no cree en el amor. Y, cada mañana, despertaré con legañas en los ojos y quizás en la mirada, siempre puede ser o no ser el día de cruzarnos, ojalá el destino tenga un poco de empatía, el muy hijo de puta últimamente no piensa en mí. Y, nada más, necesito fumar, es el único vicio que puedo satisfacer por el momento, si quieres, te invito a que seas el próximo.


Ah, por cierto, tu sonrisa, ¿de qué sueño la has sacado? 

Actores principales.

Y siempre me decías que era demasiada mujer para mí, que la olvidase, y ojalá el amor supiese algo de tamaños, o cantidades, ojalá nos enamorásemos de alcanzables, y no de imposibles, que es lo que era ella, la operación bikini de un año que nunca ha existido. Pero, la única verdad es que desde que la vi vive en mi cabeza sin pagar el alquiler, y no me importa, porque las vistas son geniales desde que está ella.

Sí, supongo que esto va a ser como esa película en la que el protagonista se enamora de la chica, que ignora completamente la existencia de éste. Supongo que voy a terminar desnudándola en la distancia, escribiendo nuestros nombres en los cristales llenos de vaho y dibujando corazones en el cielo, con el dedo índice, cuando pensar en ella me provoque insomnio.

Sí, supongo que enamorarme no va a servir para nada, como siempre, únicamente para crear falsas esperanzas sobre la base inestable de mis párpados, cerrados fuertemente, y es que en esa oscuridad la veo, bailando, al ritmo de todos aquellos latidos que se pierden, insatisfechos, como marchas mal metidas en la caja de cambios de la vida.

Hola, piedra, ¿tú otra vez?

Y empiezas a pensar las 24 horas del día en ella, y empiezas a necesitar hablarla; decirle algo, que sepa que existes. Y empiezas a obsesionarte con la soledad, con los días nublados, con fumar demasiado, con mirar al vacío, con dormir a su lado. Y se te escapa su nombre sin querer, joder, no quieres estar enamorado, ya sabes lo que es estarlo de alguien a quien apenas conoces. ¿Recuerdas?, aquella vez dolió mucho, y no, no quieres volver a tropezar con esa piedra, pero algo dentro de ti no lo tiene superado. Admitámoslo, a una parte (masoquista) de ti le pone cachondo cometer los mismos errores de siempre. Y, bueno, la verdad es que en el fondo estás tan solo que pecar es demasiado fácil, así que te dejas arrastrar por lo que sientes, y no está nada mal porque lo que sientes es, simplemente, una absurda felicidad que hace que te olvides de toda la mierda. Es pura droga. Pura. Droga. Y corres demasiado rápido, nunca te pones el cinturón de seguridad, sólo quieres experiencias fuertes, que te diga "Te quiero" y te sonroje. Y te vas alimentando de esperanzas, de cerrar los ojos y soñar despierto, y te ves con ella, siendo felices, y sonríes como un tonto, que es lo que eres: un tonto enamorado. Y, ahora que lo pienso, supongo que dicen que el amor es ciego porque es así como debemos enamorarnos, sin abrir los ojos, porque de hacerlo, posiblemente, veríamos la gilipollez que estamos cometiendo y no lo haríamos. Enamorarse es como saltar al vacío. Enamorarse es como matarse con estilo. Pero, qué queréis que os diga, es bonito.

Infinito.

Y cómo decirte que ya no sé seguir sonriendo sin que se me note que, en realidad, tengo ganas de llorar. Y cómo decirte que hay mucha gente, sí, pero que si cierro los ojos no hay nadie, y es esa sensación de que la soledad la llevo por dentro y nadie va a querer entrar, no sé si lo entiendes. Y que sigue dándome miedo la oscuridad de los días vacíos, esa profundidad de mirar sin ver el fondo, de sentir cosas que explotan dentro, y sólo yo, y nadie más, puede sentirlas. Se me atragantan las palabras en el pecho, y me queman la garganta. Hace tiempo que no puedo gritar; no puedo; y he de conformarme con cerrar los ojos con fuerza y respirar, hasta que todo pasa. No sé hacia dónde voy, cariño, y tampoco quiero que te pierdas conmigo. No sé si vivo, o sobrevivo. Sólo sé que estoy llenando los días de nada, de una maldita rutina que jode las esperanzas, y que cada noche me entran unas ganas de salir de toda esta mierda increíbles, pero estoy demasiado cansado para soñar. Estoy demasiado cabreado con el mundo para salir de mi habitación. Ojalá, no sé, me dijeses que todo va a salir bien, y que algún día nos tocará ser felices; aunque me mintieses, y qué, si yo lo único que quiero es sonreír sin necesitar motivos. Despertarme, bostezar, y sonreír, sólo eso, no es tan difícil, ¿verdad?

domingo, 21 de abril de 2013

Por suerte o por desgracia, todos nos rompemos, y a todos nos rompen.

Estoy harto de los ' sonríe ' cuando no hay motivos para hacerlo, cuando no tienes ni un puto motivo por el cual seguir adelante. Ni siquiera un simple punto de apoyo, que yo qué sé, los tropiezos a medias saben mejor que a solas. Y es que a veces un ' estoy contigo, no te preocupes, todo va a salir bien ', ayudaría mucho, que sé que nada va a salir bien pero que si estoy contigo me importa una puta mierda. Lo de ' siempre hay un motivo por el cual sonreír ' es otra mentira como aquellos ' para siempre ' que se prometen hoy en día pero que nadie cumple. Porque hay veces que todo te va fatal, que no consigues levantar cabeza, y que no tienes ganas de nada, sólo de estar solo, y llorarle a la almohada con esa canción que te hace hundirte en la miseria porque tiene más recuerdos que ritmo. Y en ese momento sólo te apetece que esa persona venga, que te abrace y sentirte la persona más protegida del mundo en sus brazos. Y que te prometa que todo va a salir genial... prometer... promesas... jodidas promesas, están para romperlas y de paso romperte a ti también, te rompen en mil pedazos y te rompen hasta la sonrisa. Que a lo mejor eso también pasa con las personas, que te rompen, que te rompen no en mil, sino en diez mil pedazos y buscas a esa persona que esté ahí para recomponerlos, hasta que la encuentras. Porque las personas que están hechas para nosotros llegan justo cuando las necesitamos, aunque al principio no lo veamos. Lo jodido viene cuando esa persona también se va, y te quedas como al principio, pero el doble de roto, y el doble de vacío, como el vaso, la última copa por el primer recuerdo, ya sabes.Y nos asustamos, nos creemos que ni somos capaces, ni lo seremos; nos retiramos en el amor para dedicarnos al arte de echar de menos. Y te hundes en canciones que te tiran más y más hondo, y no sabes si quieres salir. Y aprendes lo que es echar de menos en superlativo. Y es que, por suerte o por desgracia, todos nos rompemos, y a todos nos rompen. Supongo que todas las personas que pasan por tu vida, dejan sus huellas dactilares,y cuando alguien se va de tu vida deja un vacío que aunque creas que si no se va a poder llenar nunca. Que sí, que por circunstancias de la vida y por lo puta que es, os conocéis, os queréis y os olvidáis, aunque lo último no lo tengo tan claro, a una persona que te ha dado tanto para recordar no se olvida, y si no, es que no tiene ni puta idea de lo que significa querer. A lo mejor querer es otra de las muchas formas de autodestruirse, sólo que con la que peor acabas, seguramente sabes de ese dolor, ese dolor que sientes que te va a matar el de la izquierda, pero que cuando se va, te mueres por volver a sentirlo, tú eres como ese dolor. Querer... morir... morir por ti o matar por verte sonreír. ¿Sabes una cosa?, el vacío que tengo en el de la izquierda no lo llenan ni un par de copas de más. El de la izquierda está igual de vacio de mi cama, porque me faltas, nos faltas, que para quererme a mí te tengo que querer a ti primero. Joder, que quiero menos ' tú y yo ' y más conjugar la primera persona del plural con el pronombre ' nosotros '. Quiero que mis putas ojeras tengan un buen motivo, el de quedarme hablando contigo hasta las tantas y no el de llorarle a la almohada por ti. Que espero un ' soy gilipollas y te quiero a pesar de todo. ' Que sabes que cambiaría muchas cosas con tal de hacerte feliz. Y es que el problema es cuando sabes que es ella. Que siempre ha sido ella.

viernes, 5 de abril de 2013

Planes.


Tengo 27 planes y voy a empezar por los trece primeros.

Mi Plan A era acercarme a ti, robarte el mediodía con miradas, dejar que me digas que en esa curva te vas a subir a matarte, porque dices que tu muerte es mi sonrisa sin haber conocido el precipicio de tu clavícula.

Mi Plan B era besarte, beberme el intento de no enamorarme de ti

si vuelves a cortar el aire con tu sonrisa.

Mi Plan C era coserte a mi costado, comerme mis dudas en tus costillas, contarte que la vida es una hostia y que tú me devuelvas a tu realidad con una dosis de sueños.

Mi Plan D consistía en decirte que siento si necesito meter inyecciones de realidad

pero es que te tengo tanto miedo, que pensarte se ha convertido, a veces, en la película de terror en la que me tapo los ojos y dejo que se vea la vida a través de mis dedos.

Que te tengo que mirar entre líneas, porque sin obstáculos no me atrevo.

Mi Plan E es esperarte aunque la mitad de mí se acojone ante tus enteros. Espérame, que los "ven" son de cobardes y yo ya estoy yendo.

Mi Plan F es follarte el corazón de tal manera que crea que las primeras veces no duele,

no sangras. Que creas que después de todo, va a quedar alguien abrazado a tu espalda.

Mi Plan G es ganarte la guerra de todas las veces que no me has dicho que te deje en paz.

Mi Plan H es herirte, abrirte de lado a lado y colarme en tu pecho, que sientas que tus latidos son los besos que se corren por tus venas.

Mi Plan I es imaginarnos las veces que no te tenga,

las noches en las que sólo tengo de ti tus "buenos días, cielo".

Mi plan J es jodernos a partes iguales, creerme las excepciones y dolernos las mitades.

No tengo Plan K, pero el plan L se trata de lamerte las heridas que un día te hizo Madrid,

limpiarte las derrotas porque veo que nuestras victorias se miden en lenguas.

Mi Plan M, eres tú.

Comenzar a Comenzarte. Seguirte, acercarte, besarte, coserte, decirte, esperarte, follarte, ganarte, herirte, imaginarte, joderte, lamerte para después matarte y morirme.

Esto es sólo una parte de todos mis planes. Ahora voy a salir a buscarte y voy a comenzar por el plan B, que el primero siempre falla.

Tú empieza por el E y espérame.

domingo, 31 de marzo de 2013

Yo sólo quería ser lo mejor de tu vida.

Todo el mundo tiene historias que contar, pero siempre hay que empezar a contar las historias por la parte importante. Y el amor, siempre es lo más importante. Últimamente he estado pensando en nosotros. En lo que solíamos ser. ¿Qué nos ha pasado? Nuestra canción ya no suena igual que antes, ya no me hace sonreír sino llorar. ¿Dónde se han quedado esas peleas de quién quiere más a quién? Tal vez no éramos los mejores, pero en éso de querernos como nadie no nos ganaba nadie, ¿sabes? Me dejaba la piel en cada intento de hacerte feliz. Vamos, dime quién fue el hijo de puta que decidió que esa sería nuestra última noche. Que ése día pondríamos punto y final a toda nuestra historia. Sí, ya sabes. De esas historias que no quedan, de que los dos protagonistas se quieren como nadie pero por unos cuantos gilipollas acaban jodidos y hundidos. Sí de esas historias que cualquiera querría vivir y nosotros fuimos los afortunados. Más bien el afortunado fui yo. Por toparme contigo un día cualquiera pero no con una chica cualquiera. Aquella tía que acabaría cambiando mi mundo y salvándome de la hostia de mi vida. Vamos no me jodas, tantas parejas en el mundo y ninguna que se quiera tanto como nosotros. De querernos más el uno al otro que a nosotros mismos. Y si de algo pudimos presumir fue de eso, de habernos querido más que nadie, de que ningún hijo de puta lograba jodernos, mejores que Romeo y Julieta, chica. Y es que sabes, cada vez que pienso en mí, es por ti. En nosotros. Cualquier cabrón presume ahora de chica, pero ninguna de ellas es capaz de llegarte a ti a la suela de los zapatos. Tengo la manía de pensar en ti cada vez que me preguntan que si alguna vez he querido de verdad. Qué locura, eh. Y qué putada. Putas noches de insomnio, yo a eso no lo llamo nunca malas noches, sino a noches sin ti. Y en eso se basa mi vida ahora, en aprender a sobrevivir sin tu sonrisa. Sí, esa por la que mataba dragones, escapaba torres y movía mundos para verla a un centímetro de mi boca. Joder con el amor, es de locos querer así de fuerte, ¿no crees? Pero en eso se basa el amor, en eso está lo bueno. En querer tanto y tanto hasta que el corazón se te salga del puto pecho. De que te vaya no a doscientos, sino a mil por hora. Si quieres le pides al próximo que te quiera como yo, a ver si puede. Si de algo estoy seguro, es que yo a ti no te olvido ni con uno ni con doscientos clavos. Tú has marcado la diferencia, chica. Y mi sonrisa mil y tantas veces. ¿Qué coño haces siendo feliz sin mí? Y ojalá algún día me pillen borracho y te suelte todo, ya sabes, con eso de que ni los niños ni los borrachos mienten. Decirte que el único culo que quería ver cada mañana pasear por mi pasillo era el tuyo. La única sonrisa amortizada que quería besar era la tuya. Con la única que quería pasar cada Domingo era contigo. Con la única que me quedaba hablando a pesar de estar muriéndome del sueño era contigo. En la única en la que pensaba en cada canción que hablaba del puñetero amor era en ti. Por la única que me dejo el corazón escribiendo es por ti. A la única que quería ir a buscar aunque lloviera y me dijera que si estaba loco, que estaba lloviendo y yo responder que no aguantaba una puta gota más sin verte eras tú. ¿Sabes? Las luces de Gran Vía son una mierda si las comparas con tus ojos. Dice la gente que sólo somos capaces de decir que lo echamos de menos en el momento exacto en el que lo perdemos, pero yo a ti te lo repitiría mil veces si hiciera falta. Quiero estar siempre contigo, porque cuando quieres a alguien te dan igual hasta sus malos días, sus malas rachas, sus males enteros. Sigo hablando de tu boca como el mejor lugar para perderse. Ojalá no fuésemos tan gilipollas como para necesitar perder algo para valorarlo. Sigo esperando que vuelvas y me digas que me quieres. Como antes. Como siempre. Que joder, amor es saber que te vas a estrellar y aun así acelerar. Te juro que hubo un tiempo en el que sólo teníamos palabras bonitas y se nos iba la vida en las despedidas. Me hubiera gustado ser tu canción favorita. La lluvia sólo es romántica si ambos estamos nosotros debajo, tía. Que las excusas son más rebuscadas si son para verte. No tienes ni idea de lo hija de puta que se vuelve a veces la vida si no estás. Todos tenemos una persona por la cuál estamos dispuestos a volver a equivocarnos, a cometer mil errores más, y eres tú. No tengo cojones ni a borrar nuestras conversaciones. Has sido la mejor hasta la fecha. Que sigue sin funcionar eso de beber para olvidarte, no sé si haré algo mal, o es que los sentimientos no pueden emborracharse. Vamos a arruinar nuestra puta vida juntos. ¿Te acuerdas cuando nos quisimos. Cuando éramos los mejores? Podría tirarme años escribiendo lo guapa que eres cuando sonríes. Que prefiero destruirme contigo a sonreír por inercia al lado de otros gilipollas. Muchos sitios y muchas cosas he probado, pero como se está en tu cama seguro que no se está en ningún lado. ¿Sabes?, hay cosas a las que no te acostumbras ni con todo el tiempo del mundo, no te acostumbras al hueco al otro lado de la cama, nunca te acostumbrarás a no ver su sonrisa o a dejar de pedir dos copas en el bar o a comprar dos entradas para un concierto, a no notar su olor, ni sus besos, ni a que se te reviente el alma cada vez que te miras al espejo y te des cuenta de que eres, el gilipollas más grande del mundo por haber dejado escapar al amor de tu vida. Que uno se acostumbra a todo menos a que la persona que quiere no esté. Podríamos haber sido lo que nosotros hubiéramos querido. Aún me sobran los motivos para agarrarte y no soltarte. Quiero ser el tonto que consiga volverte tonta. No sé, hubiese estado de puta madre que fueras tú quién estuviera en el altar el mejor día de mi vida, pero supongo que eso es cosa del destino. Y yo me encargo de llevarle la contraria. Así que ya sabes, prepara el vestido de boda, que la vida juntos ya te la doy yo. Y si se me acaba el tiempo, espérame, que yo cumplo promesas. Te quiero. Se hace duro sin ti. Te echo de menos. Te echo tanto de menos que he vuelto a escribir. Y que por no llorar por fuera escribo esto. ¿Sabes?, les miro a todos por encima de tus ojos porque nadie podrá lograr jamás lo que fuimos nosotros.


miércoles, 20 de marzo de 2013

Puto amor.

El amor... ¿Qué jodido puede llegar a ser, no? Hace unos cuantos años jamás lo hubiera llegado a pensar, pero creo que es el único sentimiento que te hace estar en la puta gloria y en cuestión de segundos darte la hostia de tu vida. Amor... qué jodido eres hijo de puta. Hace unos años las noches que aguantabas sin dormir eran casi imposibles y ahora... ¿cuántas noches has llegado a estar sin dormir por esa persona? Hace unos años todo eran sonrisas, carcajadas... ¿cuántas veces esas carcajadas y sonrisas se han convertido en lágrimas y llantos? Que de verdad, no entiendo a la gente que no quiere enamorarse ni nada por el estilo, que sí, es lo más jodido pero a la vez más bonito del mundo, bueno, más bien lo segundo. Por delante de toda
esta mierda estará su sonrisa, tiene los mismos efectos. Su jodida sonrisa... Nadie sabe la de monstruos que estaría dispuesto a matar por verla sonreír. Dejaros de maravillas que la octava y más importante es su puta sonrisa, que mueve mundos. Lo que daría por tenerla cada mañana a un milímetro de mi boca, bueno, ¿quién no? Y es que ella es la única que le da sentido a esta mierda. ¿Sabéis?, me pasaría el día diciendo que la quiero sin cansarme. Jodido amor, qué complicado puedes llegar a ser cabrón. Siempre he sido de los que piensan que sólo hay una persona que te llega a marcar de verdad en la vida, la que te deja un hoyo entero, no huella ni marca. La que.no podrás sacar con mil ni con un millón de clavos. La que vas a recordar siempre, todos los putos días de tu vida. Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores, uno con el que te casas o vives para siempre, puede ser el padre o la madre de tus hijos, esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella... Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguiem con quien naciste conectado. Tan conectados que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejaréis de intentarlo. Os rendiréis y buscaréis a otra persona que acabaréis encontrando. Pero os aseguro que no pasaréis ni una sola noche sin necesitar un beso suyo. O tan siquiera discutir una vez más. Todos sabéis de qué estoy hablando porque mientras estábais leyendo esto  os ha venido a la cabeza su nombre. Os libraréis de él o ella, dejaréis de sufrir, encontraréis la paz... Pero os aseguro que no habrá ni un sólo día que no deseéis que esté allí para perturbaros. Porque a veces se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amaa que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.

martes, 12 de marzo de 2013

Pensarte, porque es la única forma de tenerte.

Lo primero de todo, esta no va a ser la típica de entrada que habla del ‘ amor ‘, sí, ese sentimiento que todos hemos llegado a sentir alguna vez o llegaremos a sentir, ese sentimiento que por más que nos esforcemos jamás lograremos definir, porque cada persona lo siente de una forma, y lo sufre de otra, ése sentimiento que nos hace estar en el puto cielo y a los pocos segundos darnos la hostia de nuestra vida. Ése sentimiento por el que no hemos dormido muchas veces, por llorar al discutir con esa persona o por estar hablando con ella hasta las tantas. El amor… tan bonito y a la vez tan jodido… ¿Quién no ha querido despertar con el amor de su vida cada día, y verlo siempre en la misma persona, eh? ¿Quién no ha querido cumplir de una puta vez aquel ‘’ para siempre ‘’ que nadie acaba cumpliendo? Debe ser bonito ver al amor cada noche en el lado derecho de tu cama y que por la mañana al despertar siga ahí, todos los días, hasta que le salgan arrugas en los ojos, en esos en los que te pierdes, en los que ves el puto cielo. Creo que a lo largo de la vida de cada persona pueden pasar gran cantidad de personas, miles y miles de personas, unas se van, otras se quedan… Pero sólo una persona te llega a marcar de verdad, y no me refiero a dejarte huella, sino a dejarte un puto hoyo entero que ninguna otra persona logrará rellenar, nadie, en la vida, porque sabes que no volverás a encontrar a una persona igual, creo que eso es lo que me ha pasado contigo, sí, sabes perfectamente que esto es para ti mongola, no vengo a hacer la típica declaración de amor ni mucho menos, no soy de eso, pero quería que supieras que eres una chica increíble, ¿sabes? De las que ya no quedan, de las que cualquier persona está deseando tener en su vida, y yo tuve la suerte de tenerte. Creo que nadie en la vida ha llegado a sacarme tantas sonrisas como me has sacado tú, de verdad. Y nadie logrará sacármelas, cada vez que hablábamos la sonrisa era imborrable, que si tú llorabas por un ojo yo lo hacía por el otro, ya sabes, por eso de ser almas gemelas, odio verte mal, odio que no sonrias, odio que te rayes, odio no poder hacerte feliz, pero sobretodo odio que no estés aquí. Odio haberla cagado, pero supongo que de errores se aprende, ya te dije que no era perfecto a pesar del intento… Joder, que nos queríamos el uno al otro más que a nosotros mismos. ¿Sabes lo peor de perderte a ti? Que después me perdí yo… que de verdad, si te pierdo yo no me encuentro, joder. Que joder, si pudiera estar con alguien ahora mismo, seguirías siendo tú. Y si pudiese elegir, siempre serías tú. Todo otra vez. Que lo más lejos que quiero estar de ti es a tu lado. Que empecé con todo esto de broma y mira, me acabé pillando de verdad. Y que sé que hay más probabilidades de que me lean los demás que tú, pero como si se entera medio mundo de que no quiero dejar de ser nunca el chico de tu vida, tu alma gemela, aquel que te haga feliz cada día con cualquier tontería de las mías, con esas gilipolleces que solamente tú y yo entendemos, que es como nuestro pequeño secreto. Que ya no sé cómo decirte que quiero ser el chico que te cambie la vida a mejor, ese que te levante de cada caída y demostrarte día a día que estoy hasta la muerte contigo, en las buenas y en las no tan buenas. Quiero seguir siendo el motivo por el cuál te duermas con el móvil en la mano, ayudarte a que vuelvas a ser la de antes, que te echo, me echo y nos echo de menos, que hoy por ti y mañana por ti también. Nadie se puede llegar a imaginar lo mucho que te quiero, no siquiera yo lo sabía, me han bastado unas cuentas noches reflexionando sobre nuestra jodida historia, sí, esa que es perfecta y cualquiera estaría deseando vivir para saberlo, me bastaron 1000 sonrisas y unas cuantas lágrimas para darme cuenta de que no quiero perderte, ni a ti ni de mi vida. Y es que te mereces más de una sonrisa, un corazón que te quiera, que te deje su hombro para llorar, para estar en los momentos malos... En los difíciles, para decirte lo guapa, perfecta y alegre que estás siempre, aunque sepamos que ese día no ibas lo más guapa que eres, y lo triste que estás... Un chico que te enseñe a ir despacio, lentamente para que te des cuenta de la vida, de sus pequeños detalles, de las cosas ocultas e insignificantes... De que cada ventana que se cierra, hay una puerta que se abre, que no hay mal que por bien no venga... Que no todos los sueños son imposibles, solo necesitas un poco de fe, y de esfuerzo, y lo sabes. Que un día te puedes levantar decaída, y otro muy alegre, lo mejor de ti misma, pero; ¿sabes? Suele ser por ti por lo que estoy alegre. Quizás no sea el adecuado para ti, pero es normal, nunca encajo con nadie.
¿La razón? Suelo ser diferente, único y extremadamente complejo. Me haces sonreír lo reconozco, creer en mí mismo, en lo que merezco, y en lo que soy. Hasta en darle sentido a días insignificantes, a levantarme por las mañanas saborear tu foto imaginando la de cosas que me puedo estar perdiendo al no estar contigo, como si fuera el desayuno. Que no te puedes creer, que una clase de matemáticas da para pensar en tantas cosas, en tener que escribir un texto, porque la razón es que te quiero tanto, y que no puedo parar de pensar en ti. Y puedes pensar que no soy perfecto, pero lo realidad es así, yo también lo pienso… Pero cada vez que pienso en mi, es por ti. Pienso que no soy perfecto, pero mis defectos y cualidades se unen para hacerte feliz a toda costa. ¿Lo consigo? No lo sé, pero cada vez que me decías lo feliz que estabas, había una parte de mí que me hacía ser único e inigualable. Tendrás miedo de arriesgarte y salir perdiendo, pero ¿quién te dice que si no arriesgas no sabes si funciona? Esta vez estoy dispuesto a jugármelo todo y más por ti, por nosotros, por los dos. ¿Lo bueno tarda en llegar no? Por eso yo te espero a ti, que no quiero poner ni un punto final ni tres puntos suspensivos a nuestra historia, sino en seguir escribiéndola, cada día, cada mes… Que siempre estoy pensando en si me darás los buenos días desde que me acuesto, con la esperanza de ser algún día el primer pensamiento tuyo cuando despiertes. Te juro que quiero ser la envidia de todos los demás, quiero ser ése: ‘ ¿Aún siguen juntos? ‘, poder presumir de ti… Que joder, si hablamos de vicios peligrosos, no puede faltar tu sonrisa. Que contigo me olvidaba del mundo, de los problemas, de las rayadas y de todo. Que dime que me quieres, deja los enfados, siéntate y olvidemos el pasado… Que soy más de ti que de mí. Que podemos presumir de habernos querido como nadie, que yo lo sigo haciendo. Que como dice la canción de Xenon: Te garantizo que habrá épocas difíciles, y te garantizo que en alguno momento uno de los dos o los dos querremos dejarlo todo, pero también te garantizo que si no te pido que seas mía, de arrepentiré durante el resto de mi vida. Que sé que yo lo he roto todo joder, te echo de menos, ya no puedo ver tus fotos, se me cae el mundo al suelo, y es por eso que te quiero decir cuánto lo siento porque siento que no sé querer como te mereces, cielo. Y entiendo que no quieras que te diga la verdad después de tantas mentiras, sólo apaga las luces, sólo ponte los cascos. Que aún recuerdo lo de ‘ mira las estrellas si no estoy ‘ y hoy las miro más que nunca. Que nadie sabe todo lo que hemos vivido juntos, sólo lo sabemos tú y yo, quien construyó este mundo, y sé que es duro tener que escuchar a un hijo de puta pero juro que he cambiado y que te quiero más que nunca, sólo créeme, quiero ser feliz y ya sé cómo y cada día que no estás es un día sin felicidad y me rompo por dentro y me siento tan imbécil, sé que intentas parecer fuerte para olvidarte de mí y no quiero que fingas más, quiero que sonrias, quiero ver tu mirada con el brillo que tenía, y eres mi niña y siempre lo serás aunque te pierda, estoy seguro de querer empezar de otra manera y hoy soy tuyo, borrón y cuenta nueva, prometo ser mejor de lo que era… Quiero ser simplemente feliz, ¿sabes? Ser feliz de mil maneras, como yo sé, contigo, a tu lado. Ser feliz con una gran sonrisa en la cara, pasando el tiempo a tu lado, incluso aún sin hacer nada, ser feliz haciendo el loco, sin que te avergüences de mí, es más, tú haciendo el loco junto a mí, ser feliz comiendo pizza o escuchando rap, viendo amanecer o simplemente ser feliz con tan solo mirarte y saber que estas ahí, para siempre, tal y como prometimos, que un siempre no significa: hoy te quiero, mañana te olvido, significa: hoy te quiero, mañana y pasado también. Aún que sabes que podría hacerte sentir como nadie. Sabes que yo lo conseguiría, al menos lo intentaría para verte feliz, ver como sonríes, conseguiría que te enamorases de mí, que te enamorases no solo de mis virtudes, si no también de mis defectos, que te enamorases de mi no solo cuando voy arreglado, si no también de cuando me acabo de levantar. Sin tener miedo. Que lo siento, pero yo no soy perfecto, tampoco pretendo serlo, si tú me quieres prefiero que lo hagas porque soy así, como yo soy, sonriente, un tanto orgulloso o bipolar, con autoestima, cariñoso y también optimista, vacilón y alegre. Recuerdo que a mí el 8 tumbado se me queda corto contigo, necesito el 9 o el 10, incluso el 11. El 25. Cuéntales cuántas veces fingimos ser los mejores en esto del amor y cuántas veces se lo creyó la gente. Cuéntale que otras muchas veces ni siquiera nos hacía falta fingir, porque éramos los mejores. Diles todas las veces que nos hemos encontrado sin buscarnos. Y cuántas veces fuimos música cuando solo había ruido. Diles que yo habría matado las veces que hubiera hecho falta por seguir haciéndote sonreir como solo yo sabía. Hazles un recuento de las veces que el mundo ha girado alrededor de nosotros. Recuérdales cuántas veces hemos sido como niños decididos a joder al mundo. Recuérdales cuántas veces nos hemos ganado y qué pocas nos hemos perdido. Vuelve a decirles que nos queríamos como nadie y que nos creíamos invencibles.Y, acuérdate, de ponerles en la posdata que nos equivocábamos y que nos han roto en diez mil pedazos. No pasa nada. Yo me encargo de recordarles que nos echamos de menos. Y de que hay amores fugaces, pero inmortales. Que tú siempre fuiste la única, y siempre lo serás. La chica de mi vida, ya sabes. Que no tienen ni puta idea sobre nosotros, que nuestra historia hizo historia.

domingo, 3 de marzo de 2013

Ven pequeña, que contigo me siento grande.

Nadie sabe lo que es tenerla tan lejos y no poderla tener tan cerca. Pero me gustaría tenerte más cerca, tenernos más
cerca. ¿Sabes de todos esos tontos que hablan de los famosos ' tres metros sobre el cielo '? Pues nosotros estamos todavía tres metros por encima. Nadie sabe cómo se siente cada puto kilómetro que nos separa, cada mirada perdida, cada beso contenido, cada palabra que no es dicha a tres centímetros de mi boca. Nadie sabe lo que es querer oír su risa por la noche, y levantarte sabiendo que no está y que no va a estar. Nadie sabe lo que es conformarse  con quererse a través de una maldita pantalla. Nadie sabe quererla como yo. Venga, por cada kilómetro un poco más que te quiero. Y así pasan los días, pero no la distancia. Tampoco el dolor ni tampoco los sentimientos.  Pero no sabes lo que es que ella esté llorando a través de una pantalla con un " te echo de menos " escrito en los ojos y no poder abrazarla. No sabes lo que suponen para mí los cortes de luz, porque me cortan la vida. No sabes lo que es que ella te diga que te quiere y, de repente, tengas unas ganas tremendas de coger la chaqueta y de andar todo lo que os separa aunque sea andando. Porque, cariño, la distancia no es una puta, sino una hija de puta.
Y sin embargo, aquí estamos. Bueno, aquí estoy yo, y ella allí. Y eso, de momento, no lo puedo cambiar. Así que, de mientras, la música para que alguien me entienda, la almohada para que alguien me escuche y ella a miles de kilómetros. Porque eso es lo mejor que tengo, a ella. La distancia ya se la follará alguien. Porque la distancia me impedirá verte pero no quererte. Y recuerda, por cada kilómetro, un te quiero. Por cada kilómetro una sonrisa. Que nada ni nadie acabe con esto. Nosotros somos fuertes. Acuérdate, mucho más que la distancia. Por ti, por mí y por el día en el que te tenga a menos de un centímetro de cerca. Acuérdate de protegerme las espaldas no vaya a ser que me las apuñalen. Que la distancia está para odiarla y yo para quererte.