Soy tuyo.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Infinito.

Y cómo decirte que ya no sé seguir sonriendo sin que se me note que, en realidad, tengo ganas de llorar. Y cómo decirte que hay mucha gente, sí, pero que si cierro los ojos no hay nadie, y es esa sensación de que la soledad la llevo por dentro y nadie va a querer entrar, no sé si lo entiendes. Y que sigue dándome miedo la oscuridad de los días vacíos, esa profundidad de mirar sin ver el fondo, de sentir cosas que explotan dentro, y sólo yo, y nadie más, puede sentirlas. Se me atragantan las palabras en el pecho, y me queman la garganta. Hace tiempo que no puedo gritar; no puedo; y he de conformarme con cerrar los ojos con fuerza y respirar, hasta que todo pasa. No sé hacia dónde voy, cariño, y tampoco quiero que te pierdas conmigo. No sé si vivo, o sobrevivo. Sólo sé que estoy llenando los días de nada, de una maldita rutina que jode las esperanzas, y que cada noche me entran unas ganas de salir de toda esta mierda increíbles, pero estoy demasiado cansado para soñar. Estoy demasiado cabreado con el mundo para salir de mi habitación. Ojalá, no sé, me dijeses que todo va a salir bien, y que algún día nos tocará ser felices; aunque me mintieses, y qué, si yo lo único que quiero es sonreír sin necesitar motivos. Despertarme, bostezar, y sonreír, sólo eso, no es tan difícil, ¿verdad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario