Soy tuyo.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Bocas de metro son las únicas que beso.

Grabé mi voz diciendo: ''ya no puedo más'' en un cassette y lo introduje en un walkman antiguo. Era un día gris, la habitación estaba a oscuras, entraba algo de luz por debajo de la puerta y las rendijas de las persiana. Me tumbé en la cama, me puse los cascos a todo volumen y le dí al play. Esa frase se repetía en mi cabeza. Al principio cerré los ojos y pensé en todos los fallos cometidos, palabras que hicieron daño y no justicia, besos de hijas de puta, palmaditas en la espalda, ''ya te lo dije'', el pasado agonizando y mientras mi voz decía: ''Ya no puedo más, ya no puedo más, ya no puedo más.'' Las lágrimas recorrían mi cara como si fuesen a cambiar algo. Me levanté de la cama y empecé a golpear la pared, era consciente de que así sólo me hacía daño a mí pero no había nadie que me parase, así que ahí seguía, peleándome con la pared. Gritaba. No sé cómo había podido llegar a este punto. Ella me había vuelto loco pero no tanto. Cerraba los ojos y veía esa frase. Veía decepciones. Veía la palabra culpabilidad en todas las paredes. Escrita mil veces. Las ojeras ya iban hasta a reventarme. Ya no puedo más, ya no puedo más, ya no puedo más. Llegué a escucharlo una y otra vez, sin parar. Y todo el pasado seguía reviviéndose en mi cabeza. La palabra culpabilidad se iba evaporando y empezaba a escribirse letra a letra la palabra cobardía. Por no plantar cara a mis contratiempos estaba así. Mi vida era una continua huida, y ahora tenía la cobardía de decir ''ya no puedo más'', ''ya no puedo más'', ''ya no puedo más'', ''ya no puedo más'', ''ya no puedo más'', ''ya no puedo más'', ''ya no puedo más.'' Me arañé la cara. Sangraba. Me miraba al espejo y me daba asco, me odiaba. Como siempre, lo solucioné con un puñetazo en el cristal, qué iluso, como si éso fuese a mejorar algo o a cambiar este desastre.

2 comentarios:

  1. Eres la hostia chaval, no dejes de escribir nunca. Y no me digas que lo haces por desahogarte, porque si es por eso te digo yo que te desahogas que lo flipas. Un abrazo hermano yamique. Jaja

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  2. Jajaja muchísimas gracias seas quién seas, no dejaré de escribir, prometido, y muchas gracias por no dejar de leerme, un abrazo :)

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